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Alessandro Baricco, escritor polifacético

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Alessandro Baricco es un escritor italiano nacido en Turín en enero de 1958. Actualmente está considerado como uno de los autores más relevantes de las letras italianas. Aunque, podríamos decir que Baricco no es solo un escritor, también es filósofo, dramaturgo y músico pianista.

Primer plano en blanco y negro de Alessandro Baricco
Alessandro Baricco, escritor polifacético

Alessandro Baricco estudió filosofía en la Universidad de Turín, en la misma que estudió y ejerció de profesor el filósofo de prestigio universal Gianni Vattimo, uno de los principales filósofos postmoderno italiano. Baricco fue su discípulo.

Mientras Alessandro Baricco realizaba sus estudios de filosofía, compaginaba su tiempo estudiando música en un conservatorio donde acabó especializándose en un gran instrumento de cuerda con teclado, es decir, el piano.

Es importante tener en cuenta el aspecto musical de su formación académica porque cuando empecéis a leer sus libros (si es que todavía no lo habéis hecho) comprobaréis que casi todo su obra posee, en gran o menor medida, una importante influencia musical.

Alessandro Baricco se dio a conocer al público en general a través de la novela Seda, escrita en 1996, la cual, años más tarde en el 2008 fue llevada al cine. Pero, antes del éxito obtenido con esta pequeña y fantástica obra, Baricco ya se había iniciado en la novela a través de su primer libro titulado en español, Tierras de Cristal, con el que consiguió el Premio Médicis (1991).

Por otro lado, la novela no es la única disciplina escrita que domina Baricco, también se ha especializado en otros estilos como son los ensayos, el teatro e incluso el cine, faceta en la cual también se inició como director en el 2008 con el nombre de Lezione 21.

No obstante, antes de todo ello, Alessandro Baricco empezó su andadura artística colaborando como crítico músical en publicaciones como La Repubblica y La Stampa, además de trabajar para algunos programas de la tele.

A través del siguiente artículo pretendemos daros a conocer a este ingenioso y artístico escritor de imaginación sorprendente y cautivadora. Para ello hemos escogido de entre su obra cinco de sus libros para que de esta manera os vayáis introduciendo en el mundo “onírico” que de muchas maneras acabamos encontrando en todo su corpus literario.

Son muchos los adjetivos con los que presentar a este polifacético escritor, pero como me temo que nos quedaríamos cortos, si os parece mejor los omitimos y vosotr@s mismos comentáis qué os parece, ¿vale?

¡Ah!, otra cosa: si os apetece conocer la obra de otros escritores, leeros el artículo que publicamos hace un tiempo sobre un autor francés llamado Michel Houellebecq. Entrad >aquí< y podréis introduciros en las «originales» historias que este artista nos plantea.

SEDA

Según decía su autor cuando presentó esta novela:

Citando contraportada: “Ésta no es una novela. Ni siquiera es un cuento. Ésta es una historia. Empieza con un hombre que atraviesa el mundo, y acaba con un lago que permanece inmóvil, en una jornada de viento.

El hombre se llama Hervé Joncour. El lago, no se sabe. Se podría decir que es una historia de amor. Pero si solamente fuera eso, no habría valido la pena contarla. En ella están entremezclados deseos, y dolores, que se sabe muy bien lo que son, pero que no tienen un nombre exacto que los designe. Y, en todo caso, ese nombre no es amor. (Esto es algo muy antiguo. Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan historias. Así funciona. Desde hace siglos.)

Todas las historias tienen una música propia. Ésta tiene una música blanca. Es importante decirlo porque la música blanca es una música extraña, a veces te desconcierta: se ejecuta suavemente y se baila lentamente. Cuando la ejecutan bien es como oír el silencio y a los que la bailan estupendamente se les mira y parecen inmóviles.

La música blanca es algo rematadamente difícil.

No hay mucho más que añadir. Quizá lo mejor sea aclarar que se trata de una historia decimonónica: lo justo para que nadie se espere aviones, lavadoras o psicoanalistas. No los hay. Quizá en otra ocasión. “

Seda. Publicada en 1996. Texto extraído de la Editorial Anagrama.

TIERRAS DE CRISTAL

Citando contraportada: ‘Quinnipak. Una imaginaria ciudad vagamente situada en la Europa decimonónica, que pudiera ser símbolo de los ideales y los límites de la burguesía, entre el progreso colectivo y las pasiones personales.

En ella convive una galería de extraordinarios personajes con el infinito como único horizonte, empeñados en construir castillos en el aire que irán desmoronándose hasta dejar un poso de tristeza o de rabia: el señor Rail, fabricante de cristal, suyo sueño es poseer un ferrocarril solo para sentir el vértigo de la velocidad; su esposa, Jun, cuya belleza inspiró a Dios “la extravagante idea de pecado”; Pekisch, inventor de artilugios imposibles, en busca de una nota musical inexistente; su compañero de fatigas, Pehnt, un chiquillo que lleva encima su destino, en forma de chaqueta holgada; la viuda Abegg, quien, ante la imposibilidad de vivir el futuro deseado, recuerda un pasado ficticio; H.Horeau, arquitecto, cuyo proyecto de un edificio construido solo de cristal descubrirá el carácter inflamable de éste; Mormy, el niño bastardo capaz de detener el tiempo en su mirada…

Tierras de cristal es una novela construida con singular maestría, como un puzzle o una fuga de personajes, historias y digresiones que confluyen de forma independiente hacia un sorprendente epílogo en el que descubriremos una amarga verdad. Sin embargo, a pesar de la derrota a la que están abocadas todas estas vidas fuera de lo común, sus sueños extravagantes y sus pasiones enfermizas constituyen una épica menor, la única forma de plenitud que nos está permitida. Casi al modo cervantino, entre el humor y la melancolía, para Alessandro Baricco la locura y el exceso parecen ser formas de vida que nos redimen de las mediocres imposiciones de la realidad, aunque el precio a pagar llegue a ser elevado.’

Tierras de cristal. Publicada en 1991. Texto extraído de la Editorial Anagrama.

OCÉANO MAR

Citando contraportada: “Hace muchos años, en medio de algún océano, una fragata de la marina francesa naufragó. 147 hombres intentaron salvarse subiendo a una enorme balsa y confiándose al mar. Un horror que duró días y días. Un formidable escenario en el que se mostraron lo peor de las crueldades y la más dulce de las piedades.

Hace muchos años, a orillas de algún océano, llegó un hombre. Lo había llevado hasta allí una promesa. La posada donde se paró se llamaba Almayer. Siete habitaciones. Extraños niños, un pintor, una mujer bellísima, un profesor con un extraño nombre, un hombre misterioso, una muchacha que no quería morir, un cura cómico. Todos estaban allí buscando algo, en equilibrio sobre el océano.

Hace muchos años, estos y otros destinos encontraron el mar y volvieron marcados. Este libro explica el porqué, y escuchándoles se oye la voz del mar. Se puede leer como una historia de suspense, como un poema en prosa, un conte philosphique, una novela de aventuras. En cualquier caso, domina la alegría furiosa de contar historias a través de una escritura y una técnica narrativa sin modelos ni antecedentes ni maestros.

El tono de Océano mar no tiene comparación posible en la narrativa italiana, por la ascensión fantástica que no conoce pausas, por la gama emotiva que proyecta. En efecto, se pasa de la ironía más descarada a la melancolía más profunda, de la comicidad más sanguinolenta al pathos más comprometedor y menos patético…”

Océano mar. Publicada en 1993. Texto extraído de la Editorial Anagrama.

CITY

Citando contraportada: ‘Este libro se titula City. Me doy cuenta de que, después de Seda, hubiera sido mejor buscar algo que sonara un poco distinto. Pero este libro está construido como una ciudad, como la idea de una ciudad. Quería que el título lo dijera. Y ahora ya lo dice.

Las historias son barrios, los personajes son calles. Lo demás es tiempo que pasas, ganas de vagabundear y necesidad de mirar. He viajado tres años por City. El lector, si lo desea, puede recorrer el mismo camino. Es lo hermoso, y lo difícil, de todos los libros: ¿se puede viajar por el viaje de otro?

De todos modos, para la crónica, quisiera decir que por primera vez he escrito un libro que, por lo menos en parte, está ambientado en nuestros días. Hay automóviles, teléfonos, autobuses, hay hasta un televisor, y en un momento dado aparece un señor que vende una roulette. No hay ordenadores, pero todo llegará. He descansado de tamaño esfuerzo dibujando un par de barrios, en City, que se deslizan hacia atrás en el tiempo. En uno hay una historia de boxeo, en la época de la radio. En el otro hay un western. Siempre deseé escribir un western. Es muy divertido y, a la vez, muy difícil. Te pasas todo el tiempo preguntándote cómo demonios vas a escribir el tiroteo final.

En cuanto a los personajes –a las calles-, hay un poco de todo. Hay uno que es un gigante, uno que está mudo, un barbero que los jueves corta el pelo gratis, un general del ejército, muchos profesores, gente que juega con balones, un niño negro que tira a la canasta y siempre la mete. Gente como ésta.

Hay un chico que se llama Gould y una muchacha que se llama Shatzy Shell (ninguna relación con el de la gasolina).

Los echaré de menos.’

City. Publicada en 1999. Texto extraído de la Editorial Anagrama.

NOVECENTO

Citando contraportada: “En los años de entreguerras, un transatlántico, el Virginian, recorría las rutas entre Europa y América, con su carga de millonarios, de turistas, de emigrantes…

En el Virginian tocaba cada noche un pianista extraordinario, llamado Novecento, con una técnica maravillosa, capaz de arrancar notas mágicas, inauditas. Se hablaba de su inusitado duelo pianístico nada menos que con Jelly Roll Morton, el inventor del jazz… Se decía que el melancólico pianista había nacido en el barco, del que jamás habría descendido. Se decía que nadie sabía la razón.

Un monólogo teatral, recientemente llevado al cine por Giuseppe Tornatore con el título de La leyenda del pianista del océano, del que Alessandro Baricco ha afirmado: ‘Más que un texto teatral, lo considero una novela corta o un relato largo, surgido tras la estela de Océano mar, como si en esta novela no hubiera podido contar todas las historias que quería.’”

Novecento. Publicada en 1998. Texto extraído de la Editorial Anagrama.

Y hasta aquí los cinco libros que os hemos comentado; aún así, si os han quedado ganas de seguir sumergiéndoos en la obra de este admirable escritor, os aconsejamos que no dejéis de leeros tampoco estos otros libros:

Sin Sangre (2003), Homero, Ilíada (2004), Esta historia (2007), Emaús (2009), Mr. Gwyn (2011), Tres veces al amanecer (2012) y La esposa joven (2016).