Una serie que es un remake de la antigua y genial serie homónima y por tanto basada en la novela de ficción histórica de James Clavell publicada en 1975, «Shōgun» es una serie que cuenta con dos adaptaciones previas para la televisión.
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La nueva versión de Shogun
La nueva versión, liderada creativamente por Justin Marks y su esposa Rachel Kondo, se desarrolla durante un momento de inestabilidad en Japón.
En este contexto, cinco facciones en guerra buscan el control absoluto del país, mientras que el catolicismo importado desde Portugal espera influir en la alma japonesa.
Los Personajes Principales
En este escenario de turbulencia social, tres personajes clave luchan por la ascendencia:
El Lord Yoshii Toranaga (Hiroyuki Sanada), un militar medido pero implacable
John Blackthorne (Cosmo Jarvis), un asesor oportunista y fresco en tierra que se ha convertido al catolicismo
Toda Mariko (Anna Sawai), una traductora convertida al catolicismo que es también la intérprete de la pareja.
La Trama de Shogun
Juntos, el trío intenta controlar o convertirse en piezas clave del mecanismo del poder. Sus mecánicas deshonestas y a menudo violentas podrían sentirse cómodas en las salas del cine de vaqueros, donde la honorabilidad, la deuda y la traición se entrelazan cada vez más.
El Reparto
La actuación de Cosmo Jarvis es emocionante, más por su impresibilidad que por su exhaustividad. Su físico agitado y sus ojos venenosos son magnéticos, aunque su entrega en línea puede estar peligrosamente cerca del territorio de «Toast Of London». En contraste, la actuación de Sanada es suave pero ominosa, con micro-expresiones que revelan su mente estratégica. Se espera que Anna Sawai tenga más trabajo como la serie avanza (sólo se han proporcionado dos episodios de diez); sus flashes de pantalla muestran a un personaje dividido entre su deber y su espiritualidad, envuelto en una actuación estoica.
La Visión
Las persecuciones del trío son capturadas con habilidad, desde la cinematografía que rodea a los personajes en momentos de acción intensa hasta las paisajes impresionantes que se extienden lentamente; aquí, los paisajes de terror y belleza están precariamente equilibrados.
La cámara siempre está bañada en neblina, creando un efecto de suspense al avanzar lentamente a través del agua, los bosques y las palacios, consciente de los asesinos silenciosos que se encuentran en el borde de la imagen. Dentro de ella, los personajes elegantemente vestidos están envueltos en sedas finamente detalladas y armaduras ornamentales que brillan en la niebla de la guerra – sea en un vista o una pintura al candelabro, es todo muy capturable.
