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Crítica serie Minx

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La serie Minx, que consta hasta el momento de una única temporada y 10 episodios nos narra unos hechos que si bien no son directamente reales o al menos no lo son desde un punto de vista del todo confiable son en parte una versión de una historia real acaecida en la USA en los años 70.

Minx como tal no existió, pero si en 1973 se lanzó al mercado la revista erótica para mujeres Playgirl, en respuesta al flamante éxito de la revista Playboy para hombres.

Destaca sobre el resto de series en lo visual, y no por sólo por ese excelente aroma vintage que emana de su fotografía, decoración y vestuario, algo que consigue transportarnos de lleno a aquellas épocas pretéritas si no por la aparición más o menos constante, y sostenida, aunque esto sólo a veces, de genitales masculinos en pantalla.

Esto es algo injustamente innovador y es que no se yo si por patriarcado, tradición o inercia la sexualidad masculina en pantalla no es nada habitual y es que de alguna forma admitámoslo, choca frontalmente con los que podríamos llamar «lo socialmente establecido».

Un pasito más hacia la igualdad de género envuelto en una interesante serie.

¿De qué va la serie Minx?

Minx una serie que hay que ver

En esta serie veremos el empoderamiento femenino desde una perspectiva diferente al que se publica a diario en los medios.

El erotismo, que a priori podría ser considerado un coto casi exclusivo del hombre, y de ese todo masculino en el que estamos emplazados desde hace miles de año, sobre todo en la denominada mass media presente en los años en los que se ubica, los 70, una década donde las revistas de papel era la internet actual.

Este empoderamiento viene de su protagonista, Joyce, una feminista convencida que quiere romper con el clasicismo y la vacuidad de las revistas consideradas para mujeres en aquellos años 70, donde los temas como el hogar, la moda, la belleza y los amoríos soslayaban cualquier otro atisbo de actividad más genuinamente relacionada con los derechos, la política, el poder y los valores.

La gran cultura y la poderosa convicción de la protagonista queda patente desde el minuto 0 del metraje, en Minx se busca desde el principio con más ímpetu que sagacidad romper con lo establecido, intentado ir por la vía directa, donde la verdadera intención no atiende a realidades.

Sin embargo, es en su lucha por dar luz a sus teorías e ideas cuando conoce a un peculiar editor, Doug, propietario y jefe de la empresa Bottom Dollar, alguien que a priori es diametralmente contrapuesto al pensamiento de la editora, tan socarrón como zorro de los negocios, eso sí, con un alma tan magnética como buena.

Juntos formarán un divertido tándem que logrará alcanzar el objetivo de la protagonista.

El reparto de la serie Minx

Genial en las individualidades, y extraordinario en su simpatía conjunta.

Conjuga todo un juego de contrapesos en cuanto al cúmulo de personalidades diferentes, a veces arrolladoras, a veces sorpresivas que entregan en pantalla las diferentes piezas que conforman un engranaje social que parecía perpetuarse en el tiempo.

Obvio que hay que destacar por encima de todas las interpretaciones el papel de la protagonista, sin ella, sin su especial carisma, perseverancia y arrojo no hubiese existido esta pequeña pero importante porción de historia.

La de Ophelia Lovibond en el papel de Joyce es una interpretación mayúscula, cuenta con una interpretación que podría tildar de milimétrica y es que transmite lo que debe transmitir en cada uno de los momentos, una amalgama de emociones, inseguridades e imperfecciones combinadas con un profunda convicción.

Veremos excelencia interpretativa, duda incluída, falta de fluidez y acartonamiento en los momentos justos y exactos, sin dejar pasar innumerables dosis de ilusión y arrojo.

Por supuesto no puedo evitar señalar al jefe Doug, bajo el que tenemos al actor Jake Johnson y es que no se puede ser tan simpático y pillo al mismo tiempo.

Doug se nos muestra como alguien que desde el punto de vista empresarial y personal se muestra despojado de perjuicios así como de rápida cintura para salvaguardar el interés general, o como mínimo el de su gran familia laboral, su dedicación y empresa.

Hasta ahí lo más destacado por su excelencia, pero es que el resto del reparto brilla a casi la misma altura, aunque obviamente no disfrutan de tantos minutos en pantalla ni de unos personajes tan fundamentales para la historia.

El fotógrafo, iconizado con esmero, sin altibajos y de un papel tan tenue y apropiado como alocado desde la educación, credibilidad absoluta.

Bambi, la modelo y actriz porno que luce tanta candidez como humanidad y que se viene arriba tras el liderazgo de Joyce.

Tampoco quiero olvidar el contrapeso familiar de la protagonista con el papel interpretado por la hermana de la Joyce que desde su aparente vida gris se descubre como un alma libre y amplia, mucho más que lo que a priori ella ve en si misma.

¿Dónde ver la serie Minx?

En HBO Max

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