Portada » Series Películas y TV » Crítica serie Separación

Crítica serie Separación

image 33

La serie Separación, también conocida por su nombre original inglés, Severance, es una serie que bien podría convertirse en serie de culto, vamos a ver los motivos.

Dicho así y dicho sea de paso esto ya revela que la serie nos ha gustado, y mucho pero no corramos tanto ya que como una buena comida requiere su tiempo y su correcta y pausada digestión, así que mejor vayamos por partes.

¿De qué va la serie Separación/Severance?

Carátula de la serie Separación (Severance)

Pues se trata de una de esas series que así de buenas a primeras te plantea una realidad alternativa que si bien no te afecta por ser algo de una total ficción sí que podrías haberte planteado dicho escenario o uno parecido en algún momento de tu existencia.

Una vez finalizada la visión de la serie probablemente dejes de pensar en la posible realidad que en ella nos plantea así sin más y es que el día a día nos hace olvidar.

Esto no deja atrás que durante el visionado de la serie te plantees ciertos principios filosóficos sobre posibilidades de vida algo diferentes a la tuya, unas perspectivas no obstante cercanas, hasta tal punto, que te lo planteas.

Es en los primeros episodios donde podría pasarte lo mismo que a mí, donde irás desde el más completo rechazo, mecánico y automático ante lo propuesto, hasta un nuevo lugar en tu mente, donde la opción puede pasar a ser algo bien plausible.

Entregar tu aceptación, aunque luego, según el devenir de los hechos, y no quiero soltar ningún espóiler, puede que vuelvas o no a la casilla de salida sin tan siquiera intentar terminar el trayecto.

Esta serie o esta realidad planteada en ella se basa en el principio de conciliación familiar, o conciliación personal en este caso, el trabajo y lo que queda fuera del trabajo.

Una empresa llamada Lumen, una muy enigmática empresa con un toque absolutamente magistral, decoración minimalista, plagada de un cegante color blanco, donde sólo existen líneas rectas que recorren sus estancias, largos pasillos que parecen no llevar a ningún lugar, o al mismo, mobiliarios mínimos, ordenadores vintage y una estética en los vestuarios y peinados claramente ochentera, por no decir setentera, nos envolverá durante toda la serie.

Es en Lumen donde principalmente los hechos fluyen, y es que fuera de la empresa, tenemos la casa del prota y de la jefa, y es que en la serie han sido absolutamente parcos en el número y la definición escenarios.

La fórmula funciona, pues realza la historia y el impresionante hecho que os voy a contar a continuación.

Todo gira en torno a una especie de experimento mediante el cual la empresa Lumon contrata a trabajadores que se someten a una operación quirúrgica que busca separar su vida laboral del resto de su vida.

Gracias a esta separación mental de ambas vivencias, el trabajador olvida por completo cualquier actividad y recuerdo de su vida normal, aquella que vive en su trabajo y casa con tan sólo subirse al ascensor de la empresa.

Esta separación funciona en ambos sentidos, ya que el personaje también olvida por completo lo que hace dentro de la empresa.

Esto nos plantea un paradigma social muy interesante que es llevado a pantalla de una forma soberbia, inteligente elegante e increíblemente creíble, valga la redundancia.

El reparto de la serie Separación

El reparto principal de la serie Severance / Separación

Trabajan todos francamente bien, sus perfiles psicológicos quedan fielmente expresados en cada episodio de la serie, esto es algo tan innegable como cierto.

Adam Scott hace un papel milimétrico, aparentemente insustancial y rechazable por la aceptación sin tapujos de lo impuesto por la sociedad del capital, pero que analizado al detalle y suficientemente contrapesado resulta evidente que es de un gran trabajo interpretativo para lograr contener cualquier emoción.

John Turturro es un grande, un secundario capaz de encandilarte en cada uno de sus personajes y es que pasa del tonto sorpresivo, al gay enamorado con una entrañable y comedida actuación que nos revela el gran poder interpretativo que atesora.

Britt Lower, en el papel de la chica de la serie, bajo el nombre de Helly, la inconformista chica que intenta arrojar algo de luz ante la densa niebla que ciega a sus compañeros de departamento es interpretada de forma acertada y avispada su condición de luchadora y persona difícil de doblegar.

Zach Cherry, el cuarto integrante del departamento, lo que todos pensaríamos sobre un informático, esa leyenda que cae a plomo sobre los que manejan datos y ordenadores y que es interpretada con mimo por el actor, aunque a diferencia del resto de integrantes del apartamento apenas le dejan minutaje para lucirse, quedando algo más apartado de la historia que el resto.

Dejando el departamento de depurado de datos llegamos al resto de personajes que veremos en la serie, hay alguno más, pero serán de un peso leve en el conjunto de la historia.

Patricia Arquette nos va a deleitar con un personaje siniestramente ambivalente, por un lado la innegable crueldad del jefe que por la empresa es capaz de desterrar cualquier pensamiento a priori blando, compasivo, y por otro lado su personaje fuera de Lumon, donde por no ser una de las separadas, finge amistad y deseo por el protagonista en unas más que inquietantes escenas.

Tramell Tillman, también destacable en el papel del vigilante, afable y tremendamente severo a partes iguales. Destacable es cuando se marca unos bailes discotequeros de la época que te van a sacar una sonrisa e incluso esas ganas profundas de bailar que todavía albergas agazapadas en tu interior a falta de encontrar el momento.

Christopher Walken va más allá del simple cameo, siendo otro de esos secundarios de gran peso en pantalla y que confiere una ternura especial a su enigmático personaje.

Conclusión sobre Severance

Desde luego, su creador sorprende, Ben Stiller, aquel actor de comedia fácil, tontorrona y erróneamente subnomarlizada que sin embargo tanto nos hizo reír en la emblemática saga de comedia Los padres de él, y de ella, por supuesto.

Stiller ha cambiado radicalmente su registro de actor de comedia a sesudo director y es que nada queda en Severance de aquellas esquemas vistos en películas o series como Zoolander, llegando como creador a lo que creo ver como un punto de no retorno, donde la distopía y el falso rigor que permite el género de la ciencia ficción se hace apodera de la escena.

Me encanta descubrir, asombrarme y sacarme el sombrero ante alguien que me ha aportado valor y visión de forma más que sorprendente cuando mi valoración y pensamientos sobre Stiller quedaban tan alejados de lo que acabo de ver y disfrutar.

Es una serie que hay que verla, sí o sí. Manida conclusión pero que esta vez cobra un gran significado al aportar algo diferente, no fresco pues la serie destila cierta sabor rancio en lo duro e inaceptable, al menos a priori, de su planteamiento.

Y es que es ese, su planteamiento, lo que me hace recomendarla encarecidamente, sé que puede ser una de esas series que no apetezca ver a todas horas y es que de alguna forma su digestión no es en absoluto fácil, te hace pensar, te hace plantearte, y eso a mí me encanta en cualquier serie.

Además no son pocos los episodios que se hacen algo largo, alguno especialmente tedioso y es que esa ambientación tan reclusiva acaba pasando factura al conjunto, pero fuera de esas pegas, y a tenor de que por el momento solo se trata de una única temporada, concluyo, en que hay que ver Severance.

¿Dónde ver Severance?

En Apple TV.

Claro que si no estás suscrito a este sistema de streaming de series de Apple estarás bien fastidiado pues no la podrás ver en el resto de plataformas, quizá por ello, por esta dificultad en su visionado es una de las series más descargadas en páginas como Dontorrent.