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De tapas por Pamplona: La Mejillonera

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En Pamplona salir de tapas a la hora de cenar es algo tan habitual como inevitable, y es que las tapitas están tan buenas…

La Mejillonera

En pleno verano en Pamplona acompaña una temperatura ideal, sin frío y sin un excesivo calor, algunas noches incluso no estará de más llevarse una ligera chaqueta para los más frioleros. Ahora, una vez ya hemos entrado en Otoño es casi obligado esa chaquetita.

Esta bonita ciudad a la que me rindo por su ambiente destaca en que llegadas las 21:00H te invita a salir de tu casa, o alojamiento para deambular por el casco antiguo entrando y saliendo de los bares acompañados de tus amigos.

He estado en Pamplona de tapeo en diferentes momentos del año, principalmente en verano y otoño. Como no, en San Fermines, donde la ocupación de la calle es altísima, como ya en pleno verano y en otoño bien entrado el mes de octubre y siempre, siempre, he encontrado determinadas calles del casco antiguo de Pamplona a tope de gente que sale de tapas por esta bonita ciudad.

De entre las dos zonas de marcha, digamos…. «principales», que tenemos en la ciudad de Pamplona para salir a cenar con ese tapeo, os destaco primero la más transgresora, la encontrarás por la calle Navarrería, una zona que es principalmente frecuentada por los adultos más jóvenes.

Así que aquí es donde encontrarás chavales de entre los 16 y 30 años tomando cañas, vinos y tapas, algunos en plena calle, sentados o tumbados en el suelo en modo «botellón».

Los locales que tienes para tu tapeo en esta zona de Navarrería, muy cercana a la plaza Castillo, son muchos y variados, de entre todos ellos te nombraré uno, La Mejillonera, bareto reconocido en toda Pamplona por sus tapas a base de salsas picantes o bravas, como sus toros de los encierros, y es que aquí lo bravo destaca.

Mejillones de la Mejillonera

Los mejillones, son sin duda, su tapa estrella, los sirven con diversas salsas, desde la picante, quizá la más reconocida, a la de verduritas y otras. Es destacable y muy curioso el canal bajo la barra que se usa para dejar allí las conchas ya vacías de los mejillones consumidos. Por aquí arriba os dejo una foto.

Probé un par de estas variantes de mejillones y debo decir que ambas me encantaron, sobre todo la de verduritas, tapa que estaba deliciosamente combinada con unos sabrosos mejillones, sin embargo, otras tapas como la tapa de calamares bravos no nos acabó de convencer, y eso que la salsa brava no estaba mal del todo, pero los calamares resecos y algo insípidos.

Esperábamos más de unos calamares, tanto que nos quedamos sin probar la bravas, ya que por el sistema de funcionamiento de La Mejillonera eso nos tocaría volver a hacer cola y esperar que te llegase el turno, cosa que un local tan frecuentado te lleva su tiempo.

Para los que tengáis pensado ir a La Mejillonera os explico el funcionamiento, es bien sencillo, una vez entras en el ruidoso local tienen una larga barra donde cuentan con unos 5 trabajadores que te cuestionarán sobre que es lo que quieres comer tan sólo con asomarte a la barra, una vez decidido lo que quieres en menos de tres o cuatro minutos tendrás tu tapas sobre la barra, son rápidos, pagarás y deberás separarte de la barra para que otros clientes que estaban detrás tuyo puedan hacer lo propio. Lo más probable es que tengas que comer de pie y sin muchas posibilidades de dejar tu bebida apoyada.

Media ración

No podrás sentarse, tendrás tan sólo una pequeña lejita que recorre el lateral donde con suerte, si no está a tope, podrás apoyar tus platos, realmente La Mejillonera, desde luego, no es un lugar donde estar sentado y conversar durante horas, todo lo contrario sólo podrás estar de pie y consumir, y más que hablar vocear y salir hacia otro bar para continuar tan rico tapeo.

Las tapas pueden ser pedidas enteras o en media ración, y también en lugar de tapas, si lo prefieres tienes los mismos platos pero en bocadillos, así como la tapa de calamares bravas del otro día no estuvo realmente a la altura, tiempo atrás recuerdo lo bueno que encontré el bocata de calamares bravos, será cosa de acompañarlo con más pan o cosa del propio calamar que quizá esta vez no estaba tan rico.

En cuanto a precios, si haces las sumas, te darás cuenta de que no es una forma de cenar barata ya que una tapa entera, y un par de cervezas te llevará irremediablemente a los 10 euros, y eso sin tan siquiera llenarte el estómago y la calidad pues es la que es, a excepción de los mejillones que dan nombre al local una calidad media baja tanto de las tapas como del pan que te sirven para acompañarlas.

Sin lugar a dudas lo que prima por encima de todo en este tan popular bar de La Mejillonera de Pamplona es su ambiente festivo, más mucho más que la calidad y cantidad de sus viandas.

Si estás o vas a pasar por Pamplona, toma nota, es uno de los indispensables de la ciudad, al menos deberás acercarte a él aunque tan sólo una vez para respirar ese ambiente festivo.

Toma nota de su dirección:

Calle Navarrería, 12, 31001 Pamplona

No cierran ningún día, abren durante el mediodía desde las 12:30 a las 14:30 y sobre todo por la noche de las 19:00 hasta casi las 12:00