Hace poco que os hablé de la ciudad de Pamplona, en concreto de sus tapas, destacando una zona joven y transgresora, donde se encuentra La Mejillonera, hoy nos toca la otra zona, la zona digamos que más pija de Pamplona.
En esta zona, donde los jóvenes más viejos, me refiero a aquellos que ya han pasado de la largo de la treintena, de la cuarentena e incluso de la cincuenta junto con otros tantos de más allá, que como estos también peinan canas, salen y se juntan en la calle Nicolás. Lo hacen todos y cada uno de los fines de semana del año para socializar y cenar a base de buenas tapas.
El ambiente es fenomenal en los numerosos bares que se apiñan en dicha calle y sus aledaños. Estos bares comienzan casi desde la misma esquina con la plaza Castillo para seguir metro a metro por la calle Nicolás sin apenas dejar espacio entre ellos. Desde luego que estos bares y restaurantes son bien diferentes a los de la calle Navarrería, ni peores ni mejores, diferentes.
En estos de la calle Nicolás podrás verás gente bastante más arreglada que en la otra zona, eso sí casi igual de divertida y murmullante.
De entre los diferentes bares que recorrimos durante la primera parte de la noche nos quedamos, sin lugar a dudas con el Bar Río, el ¿por qué nos quedamos con el Bar Río? ´facil, pues por sus excelentes tapas y su elegante ambiente.
Sobre todo debo destacar ya en estas líneas cual es la tapa la más famosa del lugar, el frito de huevo, que en sí se trata de un huevo rebozado con bechamel, por ahí os dejo una foto, está tan rico y es tan particular, que entiendo que tenga a partes iguales seguidores y detractores, pero los más locales, aquellos nacidos en Pamplona o poblaciones cercanas, desde luego te aseguro que lo aprecian. No había grupo, o corrillo de gente que no tuviese en sus platos o entre sus manos no menos de un par de fritos de huevos.
De su tapa estrella de frito de huevo te diré que las tienen en dos tipos, mismo sabor pero con la bechamel más quemada o menos quemada. Serás tú el que podrás elegir en el momento de pedir.
Hay otras tapas, ibéricos, croquetas, los tigres, tapitas con las que podrás acompañar el frito de huevo.
Para regar el frito de huevo que mejor que un buen vino, en nuestro caso y por el calor optamos por uno bien fresquito, el txacolí, un vino que sirven en bastantes bares de Pamplona, aunque no en todos.
Otra cosa bien curiosa y a destacar de este bar, o vermutería, como dicen ellos, es el denominado «Contador de fritos de huevo».
¿Qué qué es? espera… primero te cotnaré que esta vermuteria data de por allá el año 1963. Esto nos dice que cuenta con más de 60 años de historia. Fué en el año 2015 cuando decidieron poner un contador de fritos de huevos servidos, y en este verano de 2018 me sorprendí sobremanera al ver que ya contaba con más de 600.000 huevos, lo que nos viene a decir que sirven unos 200.000 huevos al año, más de 16.500 huevos al mes y más de 500 huevos diarios… desde luego «hay que tener huevos» para llegar a esos abultados números.
Toma nota pues es un lugar que no debes perder:
Vermutería Rio
Calle San Nicolás, 15, 31001 Pamplona
948 22 51 04
Su horario, es amplio, abren sobre las 9 de la mañana hasta las 12 de la noche