Las descargas, ilegal para unos, legal para otros. En tiroriro.com a veces nos ponemos filosóficos y desde luego desde un punto de vista básico puede que no exista lugar a debate, al menos cuando las descargas contengan archivos y obras que estén protegidas por derechos de autor, pero luego las cosas pueden no ser del todo así.
Índice de este artículo
Sin embargo, lo que no queda tan claro es el hecho de que si el que descarga es consciente de ello, porque a veces nos pueden facilitar un enlace a través de un grupo de amigos o chat, o encontrarlo por nosotros mismos en una página sugerida por un buscador como Google, y tras pulsarlo podemos descargar un contenido indeterminado en cuanto a sus derechos y los que afectan en nuestro país.
En tiroriro.com estamos en contra de la piratería, mencionamos, analizamos y exponemos los métodos que emplean determinados usuarios desde un punto de vista meramente informativo, como un noticiero o cualquier otro medio digital, escrito, hablado o en vídeo puede informar sobre robos, sucesos y hechos tan reales como los expresados en este artículo. Desaconsejamos que con la información aquí vertida el usuario intente poner en práctica los métodos aquí mencionados ya que ese acto podría ser inseguro además de constitutivo de delito en ciertos países.
La ley es tan clara como insuficiente
Bajo algunos principios básicos de las leyes de la mayoría de los países, el desconocimiento de la ley no exime al usuario de su cumplimiento, algo que textualmente queda de una sonoridad impresionante pero que desde un punto de vista práctico, ético y moral puede chocar de frente con muchos pensamientos, y ojo, porque pueden que tengan toda o parte de la razón.
El usuario ni es juez ni es policía, y en ocasiones le basta con poder sobrevivir en la red y con sus dispositivos, ya que son muchos los mensajes de phishing, scamming, y no sé qué nombres ininteligibles más deben tener presentes.
De ahí a ser expertos digitales existe un mundo por lo que la pregunta sobre la ética de las descargas se abre, y sea abre con razón, no es fácil saber si un contenido es legal o no.
¿Es delito visitar esas páginas piratas de fútbol y otros deportes?
Claro que para todo esto el conocimiento que debe tener el usuario sobre qué es de pago y que no, qué página es la oficial y cuáles no, complica mucho su puesta en práctica de una forma nítida y realmente justa, quizá por ello no se acostumbra a sancionar a aquellos que utilizan estas páginas piratas para ver fútbol, ver tenis o carreras sean de F1 o de motoGP de forma gratuita.
Se sanciona o intenta sancionar a los propietarios de dichas páginas, claro que estos en su mayoría se conocen la ley y articulan sus defensas desde diferentes puntos y bajo distintos métodos de forma que la ley del país donde la gente los visita no pueda actuar de una forma directa contra ellos, así que al final se recurre al bloqueo ante la imposibilidad de interceder en el servidor de la página, posiblemente por no encontrarse dentro del territorio donde la empresa del país denunciante o el juez que actúa de oficio no tiene jurisdicción.
¿Cómo acceder a estos deportes de forma completamente legal?
En lo relativo a los eventos deportivos el visionado legal deberá realizarse a través de determinados canales de deporte, como pueden ser los de Movistar, los de DAZN, o fuera de España desde Fox Sports, Sky Sports y un sin fin de canales deportivos bajo suscripción que operan en cada país.
Es más o menos una responsabilidad del usuario el hecho de informarse antes de proceder a ver un evento deportivo, sin embargo, y esto es sólo una opinión, esto nadie lo hace, sería como tener la sombra de la culpa a cada momento y a cada acción donde uno lo que desea es ver jugar a fútbol a su equipo favorito, disfrutar de una tarde de carreras o ver una final de tenis.
Al final la complejidad que nos trasladan las operadoras y plataformas deportivas es de tal magnitud que caen en su propia trampa, esa oscuridad que hace que uno ya no se preocupe por la legalidad de sus acciones cuando no representan un daño estrecha y cercanamente visible a nada ni a nadie.
En algún momento habrá, digo yo, que normalizar los métodos para acceder a deportes de pago, simplificar la oferta y democratizar los precios.
Quizá ese será el único camino, mientras tanto tendremos una constante carrera del gato y el ratón, donde el pájaro y la serpiente son meros espectadores, nunca mejor dicho.
La carrera del gato y el ratón
Como en todo este tipo de disputas entre originales y piratas tenemos una auténtica carrera del gato y el ratón, si bien el gato las tiene todas de su parte, el dinero y con ello el poder hasta poder moldear a jueces y leyes, la inteligencia y perspicacia del ratón puede desequilibrar la balanza a favor del mismo, hacerlo una y otra vez, tantas como sea necesario a favor del roedor.
El roedor tarde o temprano siempre se saldrá con la suya y los métodos para conseguirlo parecen ser infinitos, va en su ADN.
Lo mismo pasa con las páginas piratas, donde aquellos que ostentan el dinero, el poder y con ello parte de la ley de cada país intentan mediar en mayor o menor medida para erradicar lo que ellos nos venden como un mal para el resto, aunque en realidad es un mal para con sus beneficios, astronómicos beneficios.
Sin entrar a valorar la conveniencia o no de la piratería, pues estaríamos pisando terreno pantanoso, debo decir que todo, absolutamente todo hay que ponerlo en duda, incluso lo que aparentemente es legal, aunque pueda resultar una afirmación escandalosa, al final todo son interpretaciones y puntos de vista, muchos de ellos viciados por el beneficio, monetario y poderoso.
De ética moralidad y libertades
Sin ir más lejos un filósofo podría decirte que quizá es tan o más malo el acto de prohibir de bloquear la libre acción como el hecho de piratear.
Lo primero va contra el individuo, el grupo, el todo lo segundo va contra los beneficios de unos pocos. ¿Es más un beneficio que un individuo? ¿Es más unos pocos que el grupo?
Desde la práctica esto que comenta nuestro particular filósofo se podría interpretar como que puede ser malo piratear una serie pero también el hecho de bloquear el acceso a la web del pirata pues te está privando de tu libertad.
Más aún cuando a veces se intenta ocultar del mundo al pirata cuando este actúa como Robin Hood, proporcionando acceso a lo que muchos llaman cultura (series, películas, videojuegos) a aquellos que no pueden pagar el peaje (precio de suscripciones) que unos ricos imponen al mundo.
Bloquear una página es cancelarla y encarcelarla.
Quizá me he levantado algo moral y ético imbuido por el filósofo que algunos llevan dentro, tampoco me hagas caso, intento plasmar una realidad que al final podemos ver un poco todos.
Los molestos bloqueos a páginas
Son bloqueos molestos porque directamente estas operadoras cada vez están más proclives a bloquear el acceso a ciertas direcciones de internet, y con ello están de forma irremediable privándote de la libertad para llegar ellas.
En un sinónimo del mundo real, es como si una empresa determinada, que no es parte del estado, te bloquease el acceso a una parte de la ciudad porque allí existe la posibilidad de conseguir algo ilegal, y no hay que pensar en lo más arriesgado y mortal, por ejemplo, un top manta, unos puestos de venta ambulantes de segunda mano en un rastrillo que no efectúan sus declaraciones de renta, etc.
Quién es esa empresa/operadora para sentirse con la potestad de vetar el acceso a alquien a cualquier lugar, y en el caso de que sea esto «legal» no se yo el motivo por el que un juez transfiere estos poderes para coartar la libertad de una persona a una empresa privada.
Además… cómo se decía aquello de que uno no puede ser parte y juez… porque en países como España, operadoras como Movistar están haciendo precisamente eso ya que son parte, por ser proveedoras de acceso a internet, por ser propietarias de ciertos derechos temporales sobre la transmisión de eventos deportivos como el fútbol, la Liga, el baloncesto, la F1 o MotoGP.
Es decir, que dan acceso a Internet, sólo si el usuario no intenta ir a ver los contenidos que esta ofrece sin pasar por su peaje, y además se sienten jueces como para vetar el acceso a los clientes, clientes que pagan por tener un acceso libre. Una pérdida de libertades en pro del beneficio de Movistar ¡pues vaya!