Con este rimbombante titular de «experiencia de usuario Apple» tenemos lo que en Apple calculan, o calculaban hasta el más mínimo detalle.
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Apple siempre se ha caracterizado por buscar la excelencia en el detalle.
Si bien esa «experiencia de usuario» podríamos denominarla bajo otros nombres. Tales como experiencia de compra o experiencia de cliente.
Si bien en este caso del que os voy a hablar, me refiero a una experiencia más completa. Cubriendo las experiencias de la intención de compra, la compra, la recogida, el desembalaje y la puesta en marchas del producto Apple.
Soy usuario de Apple y Windows
Vaya por delante en mi relato que soy usuario tanto de Apple como de Windows. E incluso de Linux, aunque hace tiempo que abandoné las versiones de escritorio de estos últimos. Si bien sigo utilizándo Linux en como mínimo cuatro servidores, a los que realizo mantenimiento.
Esto de «la experiencia de usuario en Apple» siempre lo han sublimado al máximo. O al menos desde la primera vez que adquirí un dispositivo Apple, fue un iBook por allá el año 2003.
Apple es el padre de los unboxing
Según corrían rumores, que quizá ya sean certezas, los de Apple calculaban todo el proceso de la experiencia de usuario hasta el más mínimo detalle. Y eso se hace notar.
Comenzando por el ruido de los plásticos al rasgarse para abrir tu nuevo producto Apple. Seguido por el mismo olor que se percibe por primera vez tras abrir el embalaje.
Según se contaba, en Apple, probaban con cientos de materiales diferentes para sus embalajes. Plásticos de todo tipo, cartones de diferentes texturas en cada una de las superficies que conforman el embalaje de sus productos. Lo hacían testando todas las combinaciones posibles con diferentes tipos de usuarios hasta dar con la mejor combinación posible.
Se dice que uno de los «usuarios probadores» que se echaba el nuevo producto al bolsillo o a la mochila durante todo el proceso de desarrollo del mismo, era el mismísimo Steve Jobs. Exiginedo constantes mejoras en todos y cada uno de los apartados, antes de que el producto se lance al mercado. Retrasándolo varias veces, si era necesario.
Y es que, aunque no lo pueda afirmar al 100%, yo diría que esto del concepto «unboxing» lo inventó Apple. Mucho antes de que YouTube se inundara de vídeos con unboxing.
La experiencia de usuario Apple a lo largo del tiempo
Esta excelente experiencia de usuario que nos ofrece Apple no ha cambiado con el paso del tiempo. Aunque ciertamente, no ha mejorado mucho o nada en los últimos 15 años.
Algunos, los más viejos, como yo, lo achacamos a la marcha de Steve Jobs.
Y claro, son cada vez más los competidores de Apple que se apuntan al carro de copiar y/o mejorar a la mismísima Apple. Lo hacen allá donde esta ganaba por goleada. La experiencia de usuario.
Incluso algunos, como la propia Microsoft, ha acabado mejorando la experiencia de usuario de Apple en ciertos aspectos.
Sí, la experiencia de usuario es hoy en día algo mejor en los productos originales de Microsoft que en los de Apple. Y aquí seguro que algún fanboy de Apple justo abandona la lectura de esta artículo… bueno, tú te lo pierdes.
Hoy, desembalar un Surface, sea en su formato tablet, su formato notebook, laptop o todavía más su Surface Studio, es una experiencia de compra superior. El mimos del detalle es mayúsculo.
Quizá la experiencia con el sistema operativo Windows 10, todavía no alcance al macOS. Aunque desde mi punto de vista, durante el 2019 y parte del 2020 lo consiguió superar. Ya ahora está ahí ahí, debatiéndose de tú a tú.
Sólo ahora, tras la más reciente actualización de macOS, la denominada BigSur, Apple ha tomado nuevamente la delantera, aunque con matices, que más adelante veremos. Realmente BigSur, con pocos cambios, básicamente estéticos, ha supuesto un verdadero refresco al sistema operativo de los Mac, que lo necesitaban con auténtica urgencia.
Experiencia de usuario comprando un MacBook
Los MacBook Air M1, son, para quien no lo sepa, los nuevos portátiles de Apple. Son los Mac de siempre vistos desde fuera, pero a los que el corazón, su procesador, se les ha cambiado por uno totalmente nuevo. Muy diferente al que hasta ahora montaban.
Se ha pasado de un procesador del tipo Intel, es decir, de ordenador con arquitectura x86, a un procesador del tipo ARM. Es decir, ahora montan algo parecido al de un dispositivo móvil, como puede ser un teléfono o un tablet.
Para empezar os voy a relatar la experiencia de compra, desde la idea inicial hasta tener el equipo en casa.
Resulta que al estar sumidos en medio de una pandemia, en la que Apple mantiene semi cerradas todas sus tiendas, es diferentes, extraña.
Apple, por decisión propia pues el resto de comercios permanecen abiertos, en sus Apple Store sólo atiende cuestiones de servicio técnico con cita previa. Además ofrece el servicio de recogida de compras realizadas en su web. Sin posibilidad de efectuar, compras insitu.
La intención de compra de un ordenador Apple
La intención de la compra de este nuevo portátil Apple surgió hace unos cuantos días. Pocos días después de su lanzamiento.
Si bien, tras ver la presentación de los nuevos Mac con el nuevo chip Apple Silicon M1, no me generó excesiva intención de compra. Más que nada por aquello de esperarse a ver qué tal evoluciona este cambio tan importante en su arquitectura.
Fue tras las primeras review que vi en YouTube. Donde todo eran WoW! qué rápidos son, qué bien van, esto es un antes y un después…
El hype se apoderó de mi, visualicé decenas de vídeos, buscaba rendimiento para todo aquello que quería emplear mi nuevo ordenador. Desde la edición de vídeo, al redactado de artículos e incluso la programación y el ocio.
Encontré bastantes vídeos, con Final Cut, con Adobe Premiere, con DaVinci. También algunos en cuanto a programación, con Docker, con Xcode, y pasados unos días con Unity 3D.
No encontraba vídeo alguno en cuanto a levantar un webserver con MAMP en los Mac con chip de Apple, o incluso el hecho de pruebas con juegos vía Steam en M1.
Parecía que Rossetta 2, el software con el que el M1 emula a Intel era portentoso, pero debía verlo por mi mismo. Total que quería comprobar de primera mano el rendimiento de estas nuevas máquinas de Apple.
Elegir entre uno u otro Mac, nunca ha sido tan fácil y tan difícil al mismo tiempo. Los nuevos modelos son clavadosen cuanto a especificaciones brutas, CPU, GPU, RAM, almacenamiento. Tienen ciertas diferencias pero no son los suficientemente importantes, como para que te decidas por uno o por otro.
Esto en Apple podrían mejorarlo. Estableciendo una mayor diferenciación, por ejemplo que los Pro tuviesen 16 Gb de RAM, aunque subiesen precio. Así no generaría dudas entre comprar un Air y un Pro con chip M1.
Por otro lado ha sido fácil, porque son tan y tan parecidos el uno con el otro que sabes que no te vas a equivocar en tu decisión de compra.
Ahí, en la decisión de compra, Apple falla en la experiencia de usuario. Ya pues puedes navegar por la web de Apple, que como siempre, luce preciosa, ahí sus modelos se embellecen todavía más, un 10 por el diseño. Pero nos faltan casos prácticos, vídeos o quizá falte un «Asistente» mejor que te ayude a decidir entre un MacBook Air y un MacBook Pro
Para ello Apple, tiene una solución, aunque no es 24/7. Te otorga dos opciones, la primera es recurrir al chat, que lamentablemente es lento y con un horario muy limitado. Y la otra es la de llamar a un teléfono 900, gratuito, para que te atienda un televendedor de Apple.
Televendedor de Apple
Desde luego, el entrenamiento al que deben someterse los vendedores de Apple debe ser de calidad.
Contacté hasta tres veces, con un total de dos vendedores, con el primero aún resultando correcto, no tuve tan buen feeling como con el segundo. Aunque probablemente se debió a que tanto él como yo debíamos realizar un esfuerzo por entendernos. Su español, no parecía nativo, con un extraño acento al que no ayudaba que tenía una voz muy poco modulada.
Al segundo intento me atendió un vendedor de Apple valenciano, y desde luego, me convenció en la compra con simpatía y buen humor. Como él me decía, debía probarlo.
Total, siempre tienes derecho a devolución del dinero antes de los 14 días desde la recepción del producto. En el caso de Apple, a diferencia de MediaMarkt, da igual que el Mac esté abierto, que hallas estado probando mil cosas, conectado a iCloud, no importa. Apple te devuelve el importe sin incómodas preguntas.
El derecho de desistimiento de compra es tu aliado.
En este punto debo aclarar que la experiencia de cliente, en el caso de Amazon, se asemeja en las devoluciones a las de Apple. He devuelto a Amazon infinidad de productos, algunos de alto precio, y jamás me han puesto problema alguno.
A diferencia de por ejemplo MediaMarkt y de PCcomponentes, esta última una de las peores experiencias de compra que he tenido últimamente y que suerte tuve que se trataba de un producto muy económico.
¿Lo recoges o te lo enviamos?
Tras la compra del producto, desde un enlace que me remitió el segundo vendedor, Apple me daba la opción de pasarlo a recoger por una tienda Apple o que me lo remitiesen a casa o a un punto de recogida.
Sorpresa, que si me lo enviaban a casa me daban fechas que era como muy tempranas para 15 días posteriores al día de compra. Yo lo quería tener el mismo día. Así que elegí la recogida en tienda. Aquí Apple, fallaba en la experiencia de compra, ningún impaciente va a desembolsar 1.000 euros si sabe que lo puede comprar en Amazon, e incluso unos 70 euros más barato, por ejemplo >pinchando aquí<.
Lo adquirí a las 14:30 y podía elegir la hora de entrega en fracciones de 15 minutos en la web de Apple desde una hora después, genial! Así lo hice.
La recogida en la Apple Store
Tuve que hacer algo de cola, pero porque llegué 10 minutos antes de la hora que seleccioné en la web de Apple, realmente la recogida se efectuó en el rango de hora seleccionado.
La espera fue en la calle, con la separación de un metro entre personas en la misma, para preservar el distanciamento social. Dos guardias de seguridad de la propia Apple controlaban que así fuese, y cuando te llegaba el turno te rociaban las manos con gel hidroalcohólico.
Una vez dentro debías volver a esperar, pero no llegó ni al minuto hasta que te dirigías a la «garita» del «entregador de productos» que te tocaba.
La persona que me atendió, tras un enorme cristal de protección, llevaba un chute de buenrollismo muy destacable. A mi, que no soy amigo de estos excesos verborreicos de vendedor, me cautivó.
Primero te saluda, limpia delante tuyo con gel hidroalcohólico la parte de mostrador donde te va atender, generándote seguridad. Acto seguido te pide el código QR o número de pedido y la correspondiente identificación personal, en mi caso, el DNI.
Acto seguido, el dependiente acabó de romper el hielo con un: «Menudo juguete te has comprado! es un auténtico cohete, cuando llegaron los primeros los probamos aquí los de la tienda y nos quedamos alucinados…» todo eran alabanzas a mi decisión de compra, no exclusivamente al producto, y en ningún momento parecían falsas o desmesuradas.
Más adelante te pregunta si llevas bolsa, y en el caso de que digas que no te hará entrega, sin coste adicional, de una bolsa. La bolsa es a lo Apple, diferente, ya no es plástica, como las de antes. Ahora es de papel pero un papel especial con un tacto especial, y es que Apple cuida el detalle de forma especial.
En 5 minutos estaba fuera, con mi nuevo cohete entre las manos. Por el momento no nos bajamos del 10 en la experiencia de usuario para Apple.
El embalaje de los productos Apple
Dejé la especial experiencia de desembalaje del producto para más tarde, antes debía resolver algunas otras cosillas.
Llegó la hora, limpié la mesa, cogí mi cutter y me dispuse a realizar el unboxing de mi nuevo portátil Apple.
El producto en sí, su embalaje, es como ya he comentado el mismo o muy parecido al de aquel, mi primer Mac de 2003. Nada ha mejorado sustancialmente, pero si que sigue siendo un momento especial que me gusta vivir de una forma muy íntima. Menudo friki el que aquí escribe.
Una vez saqué el portátil de su embalaje, recibí en el olfato todos esos efluvios de calidad Apple. Coloqué el portátil plano, en la mesa, para admirarlo durante un buen rato. Dediqué unos segundos a analizar el pequeñísimo cargador que equipa, el de mi móvil Android, es algo mayor!
Lo conecté a la corriente todavía sin abrir su tapa. Es la manía de realizar una primera carga completa antes de hacerlo funcionar con baterías, venía al 80%, como debe ser.
Tal como lo abrí, recibí el sonoro chaaaaannnn típico de Apple de hace unos años. La experiencia de usuario ya era mejor que con el anterior Mac que probamos en tiroriro.com. Por fin habíamos recuperado ese ruido que una vez marchó de los Macs. Pero como sonó… es un sonido grave, y ahí ya dejó un atisbo de la calidad que albergan los altavoces de estos nuevos macs.
La nota máxima se resistía a bajar. Apple, olé.
La experiencia de setup de macOS
El Mac, que viene con la última actualización de BigSur de fábrica, arrancó preguntándome idioma y después país.
Esto me chocó ¿no sería mejor hacerlo al revés? De forma que si eliges España, como es el caso, ya te preseleccione el idioma «Español». Además de que te redujese entonces el enorme desplegable de idiomas a cuatro o cinco variantes del español. A lo sumo que además mostrase opciones de inglés, francés y una opción de «Otros idiomas». Tendrán sus motivos, para hacerlo a contrapie, pero no se me ocurren cuales en este momento.
Luego seleccioné la red WIFI, al introducir la clave me resultaba raro que no me dejase ver la clave escrita. Es decir, que el formulario no tuviese una casilla de «Mostrar contraseña» o un icono de «Ojo» en el cajetín donde la introduces.
Se trata de un teclado nuevo, a lo que hay que añadir que a veces, a las contraseñas le incorporamos algunos caracteres raros. Que por tanto es fácil equivocarse al introducirlas con un nuevo teclado.
Transcurrida la conexión a la red, que se demoró más de lo que suele hacer cualquier otro equipo, mi instinto ya acumulaba cierta incertidumbre y mi ceja se estaba comenzando a levantar poco a poco. Algo ya me estaba diciendo que el software no estaba a la altura del hardware, y es que luce también este portátil.
Continuamos con el setup de iCloud, introduzco mi login y mi clave de usuario y tachán… Hola Windows Vista!
Pero… Apple… Apple? …Apple??? esto no me lo esperaba de ti.
¿Lo ampliamos para el regocijo de los fanboys de Windows 10?
Desde luego, esto es imperdonable!!! Dos meses después del lanzamiento de una nueva arquitectura de hardware. Dos meses y algo más de un cambio de versión mayor de un sistema operativo. Y en algo tan sencillo, inevitable y controlado como es la puesta en marcha por primera vez de un sistema operativo, van los de Apple y la cagan!
Y lo hace tras comprobar que la red funciona, al tercer paso, tras introducir las claves de iCloud correctamente. Lo reintenté por tres veces, volviendo a hacerlo desde el punto 0, arrancando el ordenador tras un forzado de apagado, pues no había otra manera.
Perdonad, pero que un Apple, un ordenador de más de 1.000 euros… me lance un error como este…
Apple así no.
Tanto cálculo y esfuerzo en la experiencia de usuario, experiencia de compra y experiencia de cliente, que al final no ha servido para nada.
Soy un usuario avanzado de ordenadores, y como ya me he declarado previamente, no soy advenedizo de Mac. Por lo que se solucionar estos «pequeños problemas», pero no muchos clientes potenciales, que vengan de Windows, tendrás mi misma paciencia.
Total que al final pude continuar con el setup del Mac, pero obviando iCloud. Para luego, tras el primer arrancado normal, introducir las claves de iCloud en «Configuración» y así poder disfrutar de este maravilloso hardware, del que os hablaré en otro artículo.
Justo desde entonces han pasado unas 18 horas, de las cuales, unas 8 he estado trabajando con este MacBook Air a full. De hecho es desde el que estoy redactando este artículo y sobre el que te contaré mis impresiones más adelante.