Hace mucho mucho tiempo conocí un diseñador que temerosamente utilizaba una copia pirata del omnipresente Adobe Photoshop.
Tan temeroso quizá no era, pues tras o él, o mejor dicho, como él, una entera legión de diseñadores, muchos de ellos pseudo-diseñadores, retocadores, maquetadores, aprendices de todo y cuñados manitas en cuanto a lo digital.
Se pasaban entre ellos y copiaban a diestro y siniestro unos CDs piratas con el mítico Photoshop listo para ser instalado sin licencia alguna, y para colmo, además del Photoshop junto a él otra ingente multitud de otros programas no originales enfocados al diseño, para el CAD, y para mil cosas que no ibas a necesitar. Total que por aquel entonces entre los grupos de amigos afines a los ordenadores si no diseñabas, era porque no querías, y para los demás no eras nadie relevante en el uso de los ordenadores.
Y no sólo ese ir y venir de CDs ocurría en entornos de amigos, si no en los propios trabajos, sin ir más lejos confieso que yo mismo trabajé en empresas que era lo habitual.
Empresas donde lo más normal, que no legal, era disponer a lo sumo de una licencia original que era utilizada en decenas y decenas de máquinas, se prestaba a quien lo pedía, clientes incluidos y el coste no era mayor que el de, me debes una cerveza, cervezas que eran muy baratas por aquel entonces.
Sin ser esta opción loable desde un punto de vista legal era bastante lógica pues por aquellos tiempos creo recordar que una licencia original de Photoshop costaba alrededor de las 150.000 pesetas, lo que en euros vienen a ser unos 900 euros. Caro, muy caro, aunque no justifique la copia para que un pequeño o mediano negocio renunciase al «yo te lo paso, tu te lo instalas»
Programas piratas vs Open Source
Hoy, veinte años después, algo ha cambiado, el uso de la informática se ha generalizado y ya en todos los hogares no hay tan sólo un ordenador, si no que en muchos hay uno por persona, además de tablets y otros dispositivos que pueden incluso suplir dicha función. Es tal la penetración y diversificación de sistemas que llegó el boom de la programación libre, el Open Source, el altruismo a base de dar bits al necesitado digital hasta que desde ya hace algún tiempo han aparecido muchas alternativas y algunas muy decentes al omnipresente «Lo he hecho con Photoshop«, de todas ellas nos quedamos con una, con GiMP.
GiMP la mejor opción a Photoshop, y gratis oiga.
GiMP es una herramienta originaria de Linux, yo confieso no haberla descubierto hasta que no tuve más opciones al llegar a un entorno salvaje como el Linux, tras pasar de Windows a Mac y de Mac a Linux aunque hace ya un par de años que volví a Windows y herramientas como GiMP, Inkscape y otros indispensables funcionan casi igual de bien que bajo Linux.
Lánzate a por el, instálalo configura el modo de venta única para no perderte, dale algo de tiempo, y esto no es un par de horas si no unos cuantos días trabajando con él y te olvidarás de Photoshop, al menos a mi me ha pasado.
Toma nota de la web donde puedes descargártelo >aquí<
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