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¿Por qué las abejas son tan importantes para el planeta?

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Foto de una abeja en el interior de una especie de margarita amarilla
¿Por qué las abejas son tan importantes para el planeta?

Actualmente existe una preocupación sobre el descenso de las abejas en el mundo, lo cual representa un grave problema por la importancia que poseen estos minúsculos animales.

Son muchas las causas que pueden estar influyendo en la disminución de las abejas. Se piensa que uno de los factores puede ser debido al aumento de animales depredadores de estos pequeños insectos, aunque también se cree que la aparición de enfermedades nuevas o el uso de pesticidas y demás sustancias tóxicas pueden estar agravando la situación.

También existen otros factores como posibles causantes del descenso de las abejas: el cambio climático o la contribución de la influencia humana en la emisión de gases y demás compuestos químicos podrían estar contaminando el aire. Sea como fuere, el descenso y disminución de las abejas podría acarrear en un futuro serias consecuencias para la biodiversidad a la que pertenecemos.

Estos pequeños insectos, las abejas, son muy importantes porque son las encargadas de la polinización de miles de flores, lo que significa que un alto porcentaje de la agricultura mundial subsiste gracias a este hecho. Del mismo modo, la actividad que realizan estos millones de pequeños animales perpetúa la subsistencia de muchos otros animales. Estamos ante un claro ejemplo de equilibrio para mantener la fauna y flora del planeta. Ya sabéis, consiste en mantener la “cadena trófica” que rige la naturaleza.

Pero, ¿qué es la cadena trófica?

Abeja volando a punto de entrar en una flor sobre fondo amarillo
Abeja

La cadena trófica también recibe el nombre de cadena alimenticia, gracias a la cual la naturaleza se regula de forma natural. Es decir, la cadena trófica “sirve” para señalar las relaciones “de poder” que se establecen entre todos los seres vivos. Como hemos dicho, posee una función reguladora de la naturaleza que establece cómo unos seres vivos se alimentan de otros en un orden determinado para que pueda subsistir la vida.

Pensad que gracias a las abejas hay más de 4000 especies de plantas que sobreviven. Del mismo modo, gracias a la polinización de estas plantas la vida se va reproduciendo y de esa manera se va manteniendo el ecosistema natural junto con toda la biodiversidad de los seres vivos.

Resumiendo, y para que todo el mundo lo entienda, imaginaros que si no existiera la polinización de las plantas, estas no vivirían, entonces no podría servir de comida para los animales herbívoros, con lo cual estos no vivirían y no podrían alimentar a los animales carnívoros, entonces estos tampoco vivirían y, por consiguiente no podrían alimentar a una gran multitud de seres humanos… Más o menos, con sus faltas y defectos, la cadena trófica se rompería y “voilà”, entonces, ¿dónde estaríamos nosotros?

Bueno, en la explicación anterior me he saltado todo el proceso de la agricultura, pero sucedería exactamente lo mismo, sin la polinización de las plantas tampoco dispondríamos de frutas, ni verduras o productos similares.

Entonces, reflexionad, ¿creéis que la desaparición de este pequeño insecto puede tomarse a la ligera? No, ¿verdad?

La miel de las abejas, el delicioso néctar de los dioses

Existe otra poderosa razón por la cual las abejas son tan importantes: son las encargadas de fabricar lo que antiguamente se conocía, al menos en Egipto, como el “néctar de los dioses”. Si señores, nos estamos refiriendo al delicioso manjar, la miel, alimento nutricional allí donde los haya!

La miel fabricada por las abejas no es otra cosa que el néctar de las flores transformado por estos insectos en un ingrediente rico en azúcar.

Existe una extensa variedad y tipología de miel;  dependiendo de la región de donde proceda puede variar tanto en el sabor como en el color. Además, también cambian las propiedades de la miel en función de las flores locales o regionales de dónde las abejas hayan extraído el néctar.

Propiedades de la miel

Imagen de una abeja encima de una flor amarilla polinizándola
Abeja polinizando una flor

Una de las características más importantes de la miel es que posee propiedades conservantes. Incluso se ha descubierto que ¡no caduca nunca! (por asombroso que parezca)

Otra de las propiedades básicas de la miel es que es muy rica en azúcar y posee bajo contenido en agua, lo cual es muy beneficioso ya que evita la aparición de microorganismos, por eso se considera que la miel es un producto antibacteriano y antimicrobiano.

Cuando hemos dicho que posee propiedades conservantes significa que se puede usar una gran cantidad de miel para conservar productos.

Así mismo, el sector de la cosmética, por ejemplo, utiliza las propiedades de este néctar para fabricar compuestos ricos en miel que hidratan la piel y el cuero cabelludo además de dar brillo y fortaleza al pelo.

Por otro lado, por todos es sabido que las abejas son grandes productoras de miel, pero, ¿sabemos cómo la fabrican? ¿De qué forma obtienen la miel una vez han obtenido el néctar de las flores?

¿Cómo fabrican la miel las abejas?

Imagen de miel en el propio panal de abejas
Miel en un panal

El proceso mediante el cual el néctar de las flores se convierte en miel posee diferentes fases. La primera de todas es la recolección y transporte del néctar, es decir, las abejas consiguen el néctar de las flores y lo almacenan en una parte específica de su estómago que está adaptado genéticamente para esta labor.

En segundo lugar, una vez las abejas han recopilado el néctar regresan a la colmena y entonces estas abejas regurgitan el néctar a otros abejas que están en el enjambre, las cuales se encargan de fabricar la miel.

En tercer lugar se repiten una serie de regurgitaciones entre las diferentes abejas del enjambre; de esta manera y mediante este proceso se consigue bajar la concentración de agua del compuesto de miel hasta conseguir sólo un 20%. Finalmente, el resultado de este néctar súper concentrado es lo que conocemos como miel.

En último lugar, una vez se ha obtenido este néctar tan concentrado es cuando se vierte en los paneles de la colmena que están reservados al almacenaje de la comida. Llegados a este punto, es importante destacar que si la concentración del agua que contiene la miel es superior al 20%, existe el peligro que la miel no sea buena ya que podría fermentar y entonces las abejas se quedarían sin alimento.

Así que, mediante todo este proceso que hemos explicado es como se fabrica ese néctar tan dulce llamado miel.

Los beneficios de la miel producida por las abejas

Abeja de juguete de color amarilla sobre un fondo amarillo
Abeja 🙂

Como hemos comentado un poquito más arriba de este artículo, la miel posee múltiples propiedades y beneficios para la salud.

Se considera que las propiedades de la miel han sido y son altamente beneficiosas a lo largo de la historia de la humanidad debido a su alto índice de componentes autoconservantes y antimicrobianos. Por ese motivo es ideal para la conservación de los alimentos.

En el ámbito de la salud posee múltiples aplicaciones. Es buena para:

  • Facilitar la digestión y regularizar el funcionamiento intestinal.
  • Se utiliza para el tratamiento de la faringitis, laringitis, gripes, gastritis y úlceras.
  • Posee propiedades sedantes y además ayuda a curar las heridas.
  • También ayuda a cortar hemorragias, es antiséptica además de antianémica y antitóxica.
  • Consumirla regularmente es bueno para el corazón.

En el ámbito de la cosmética es habitualmente utilizada para frecuentes tratamientos corporales, tanto para la piel como para el cabello. Actualmente se puede encontrar una multitud de productos en el mercado para este tipo de uso personal.

En definitiva, habéis visto que la miel es un producto realmente beneficioso en muchos sentidos. Si queremos conservar este preciado regalo debemos cuidar y proteger a nuestras amigas, las abejas, pues son un eslabón muy importante del ciclo de la vida en el cual formamos parte todos los seres vivos del planeta, incluyéndonos nosotros mismos.