Nos hemos llevado una gran desilusión con esta nueva temporada de Love Death + Robots de la que había sido una de nuestras series favoritas anteriormente.
Desde luego esta segunda temporada de Love Death + Robots no es lo que nos esperábamos. Quizá el listón alcanzado con la primera temporada por allá el 2019 andaba muy alto, tanto que era una misión imposible franquearlo, pero es que ni tan siquiera esta segunda temporada consigue acercarse.
A nivel de mensaje y nivel conceptual no es ni la sombra de la primera temporada, aunque no por ello la quiero poner en nuestro particular listado de series que te puedes perder, pues estarías desaprovechando de estar al día del panorama artístico digital más contemporáneo.
En este sentido Love Death + Robots 2 es algo que te va colocar en el epicentro de los denominados Motion Graphics Arts.
Así a modo de resumen, y entristecido por no haber podido disfrutar de esta serie de Netflix tanto como en su primera entrega, puedo decir nuevamente aquello de un mito se cae, y ya van varios y lo hace por una falta de mensaje en los 8 capítulos de la serie.
Los gráficos no lo son todo
Parece como si en esta segunda temporada de Love Death + Robots el objetivo no fuese otro que el ofrecer un nivel gráfico similar al de la primera temporada, de alguna forma quiero imaginar que sus «meta creadores» ven en los gráficos a los actores, más allá de los personajes. Y esto en en lenguaje audiovisual es un claro error.
Con esto no quiero decir que este el del nivel gráfico sea el único objetivo, ni tan siquiera que esté conseguido, pues si bien la curiosa selección de diferentes tipos de aproximaciones artísticas a la narrativa visual me parece acertada, no veo más allá de alguna iluminación extra compleja un incremento en cuanto a la calidad o el hiperrealismo de las imágenes, en esta segunda temporada estamos a un nivel muy próximo al de la primera.
Y esta proximidad en cuanto a la calidad de los renderizados es desde luego otro de los detrimentos pues como mínimo creo que deberíamos haber llegado a más en este aspecto puramente técnico.
De los 8 episodios sólo algunos de los episodios que la conforman consiguen llevarnos hacia ese desconocido y transgresor terreno donde nos ataca la duda, el autoplanteamiento de conceptos tan básicos como propios y que tanto nos gusta y que visitamos capítulo tras capítulo en la primera temporada.
En esta segunda entrega de Love Death + Robots me encuentro que muchos de los capítulos por no decir todos menos uno, son tan vacuos como aburridos.
Se salva el capítulo que nos habla de la eternidad o mejor dicho de los problemas que conlleva la inmortalidad, unos problemas lógicos pero que probablemente no te has planteado antes a menos que o bien el tema te interese sobremanera o que disfrutes de dicha posibilidad. Quién sabe si tú, mi lector, vas a poder ser el primer humano inmortal.
Bromas a parte el planteamiento de dicho capítulo es bastante interesante, no como el resto de capítulos donde más allá de que te guste su puesta en escena, su parte artística sobre todo, te encuentres al final del minutaje del capítulo con la mente en pausa, algo vacío e indiferente ante uno más de esos vagos, difusos e infantiles mensajes que no acaban de cuajar en el espectador. Y no creo que esté pidiendo demasiado.
La primera temporada es otra cosa
Tanto es así que hemos decidido repasar la primera temporada para ver si estábamos ante uno de esos casos en los que la imaginación unida a un recuerdo algo etéreo había maximizado tu opinión sobre la temporada anterior dejando un hype demasiado alto para algo que realmente no lo valía. Pues no, tras finalizar esta segunda temporada de Love Death + Robots y ver nuevamente los dos primeros capítulos de la primera temporada, queda patente que la primera se eleva a varios niveles sobre esta, y lo hace principalmente desde el punto de vista conceptual.
El concepto desgasta y la historia importa, casi al nivel del mensaje. Una serie, un cuento, si no nos llena estos tres vacíos se olvida.
Aciertos de la segunda temporada de Love Death + Robots
Claro que podrías pensar que estoy siendo radicalmente negativo ante la desilusión generada, y bueno, sería injusto no sacar siempre esas partes positivas a relucir que suele llevar consigo cualquier gran producción. Como el metaconcepto de la serie, que hace que no sea una serie al uso, pues sus historias poco o nada tiene que ver entre ellas, y esa distopía capítulo y capítulo sigue intacta.
Esto lo consiguen de una forma fácil pue el hecho de que cada capítulo de esta segunda temporada de Love Death + Robots 2, esté desarrollado por un estudio diferente hará que tanto a nivel artístico como narrativo y de mensaje tengamos algo bastante diferente.
Aunque todas la mayoría de estas historias diferente recurren a unos personajes algo recurrentes, como son los robots, o monstruos, o cyberhumanos.
Otro rasgo muy positivo es el intento por no recurrir a las mismas estéticas en diversos capítulos, algo que era uno de los pocos fallos de la primera entrega, en esta segunda ha sido digamos que solucionado. Con ello consiguen que nos paseemos por algunas de las diferentes propuestas artísticas digitales de la actualidad, haciéndonos así partícipes de este maravilloso panorama digital que se nos brinda en el presente y el futuro inmediato.
Por último, algo que cada día destaco más en una historia, y es que la duración de sus pequeñas historias no se altera artificialmente. No recurren a alargar el metraje para cumplir con un tempo idéntico para cada capítulo.
¿Cómo es la segunda temporada de Love Death + Robots?
Costa de 8 capítulos en total, destaca en que son cortos, algunos extremadamente cortos, hablo de metrajes entre los 8 y los 18 minutos.
Alguno podría sorprenderse en demasía ante esta duración tan escasa, pero en animación los metrajes son cortos, casi nunca se estira una historia argumentalmente más allá de lo necesario, esto es debido a los todavía altos costes de producción de la animación por ordenador. Cierto es que no se pagan a artistas de renombre, pero conseguir estos modelados digitales de alta calidad conllevan el trabajo conjunto de grandes equipos, además luego hay que producir las escenas, lo que requiere de potentes ordenadores y largos tiempos de renderizados. Al final la solución pasa por limitar las historias en su metraje.
Cada capítulo de la serie está producido por un estudio diferentes siendo estudios, por estricto orden alfabético Atoll Studio, Axis Animation, Blink Studies, Blur Studio, Passion Animation Studios y Unit Image.
No se si a tenor de la crítica llegaremos a poder ver una tercera temporada de Love Death Robots. Ojalá que sí, que se tomen su tiempo y afinen sus conceptos y con ello sus historias, pues no sólo de píxeles vive el hombre.