Portada » blablablá » Philips 6 y 6, Lluvia de Ideas, Árbol de Problemas

Philips 6 y 6, Lluvia de Ideas, Árbol de Problemas

lluvia ideas

A través del siguiente artículo os vamos a presentar tres de las técnicas o herramientas que se utilizan en el ámbito de la educación social.

Estamos hablando de las herramientas sociales conocidas como: Philips 6/6, la Lluvia de Ideas, o el Árbol de Problemas.

Estas tres técnicas forman parte de un proceso de participación en el que todos los miembros del grupo colaboran mediante su aportación personal. Es decir, que cada uno de los integrantes del grupo o grupos que forman parte en el proceso de participación tiene voz y voto sobre los asuntos a tratar.

Como se observará más adelante mediante la explicación de las tres técnicas de participación, se verá que estas herramientas son particularmente útiles y prácticas para llegar a soluciones, o al menos a los planteamientos de las mismas, con el objetivo de ayudar a resolver las diferentes situaciones conflictivas que son objeto de estudio.

Como también se podrá comprobar más adelante, se ha utilizado un estilo de redacción bastante informal para que de esta manera no resulte ni pesada ni aburrida la lectura del redactado de este contenido.

Así qué, de nuevo os doy la bienvenida a la sección social de tiroriro.com, y os invito a que sigáis en línea conmigo.

Por cierto, aprovecho para comentaros que echéis un vistazo al artículo llamado ¿Qué diferencia existe entre un Sociodrama y un Sociograma?, ya que os servirán de complemento a estas otras técnicas de las que os hablamos en este post.

Philips 6/6

Philips 6/6 es una técnica de participación que se utiliza con frecuencia sobre todo cuando trabajamos en grupos numerosos, ya que posibilita la opción de que todos los miembros de los diferentes grupos puedan participar en el debate.

La técnica Philips 6/6 también es conocida como Fórum comunitario o Asamblea participativa.

¿Cómo funciona la técnica Philips 6/6?

La técnica Philips 6/6 funciona de la siguiente manera: se divide un grupo grande en varios subgrupos de seis personas cada uno de ellos. En cada uno de estos subgrupos se discute el tema propuesto por un moderador durante un tiempo de seis minutos (¿lo pilláis?).

Una vez finalizado este plazo, cada representante de cada grupo expone las conclusiones generales que han acordado. Entonces el moderador se encarga de anotar todas estas conclusiones en una pizarra. Cuando todos los grupos han finalizado con sus aportaciones, éstas se debaten entre todo el grupo con el objetivo de llegar a consensos acordados por todos.

Si os fijáis esta técnica es muy útil para trabajar en grupos grandes ya que facilita dinamismo grupal y así todos los miembros se sienten parte del resultado final.

Lluvia de ideas

Popularmente conocido como “Brainstorming”, se podría considerar como la técnica más fácil de llevar a cabo entre un grupo de personas. Como su nombre indica, “lluvia de ideas”, se trata de eso: de recoger todas aquellas ideas que de forma espontánea las personas van aportando sobre un tema concreto a tratar.

¿Cómo funciona la lluvia de ideas?

La lluvia de ideas funciona de la siguiente manera: un moderador o animador del grupo lanza en voz alta el enunciado del tema o asunto a trabajar sobre el que se necesita una solución. Una vez desvelado, las personas del grupo van diciendo en voz alta el tipo de respuestas que ellos considerarían oportunas para solucionar el problema. Esa sería la dinámica a utilizar por cada uno de los enunciados o temas que se quiera dar una respuesta para conseguir una solución.

Como podréis observar, no se trata de un debate o discusión global, sino que los componentes del grupo van aportando ideas que se anotan en una pizarra para que todos puedan verlas y, una vez agotadas las ideas es cuando toca debatirlas. Consiguen prosperar aquellas ideas que han sido mejor valoradas por todos.

Árbol de problemas

Dibujo del ejemplo de un árbol de problemas
Árbol de problemas

El árbol de problemas es una herramienta social que nos sirve para analizar desde diferentes perspectivas un problema determinado.

Con este tipo de análisis podemos identificar tanto los síntomas como las causas más inmediatas o las más profundas, además de los efectos y las consecuencias que se derivan de dicho problema.

Veréis de forma muy gráfica en la imagen anexada cómo se estructura cada uno de los ítems que hemos ido señalando (problema, causas, efectos y consecuencias).

¿Cómo funciona el árbol de problemas?

El árbol de problemas funciona de la siguiente manera: primero de todo debemos identificar el problema que queremos analizar. Se supone que previamente hemos realizado un trabajo de campo o una investigación previa, donde hemos identificado el problema(s) a debatir.

Posteriormente, solo o en grupos, si es que así trabajamos se pueden  hacer subgrupos donde trabajar los problemas antes mencionados. Se trataría entonces de identificar cada problema a partir de cómo se visualiza, es decir, de cómo se manifiesta; entonces una vez observado tocaría ver qué causas han sido las responsables de que ello sucediera.

Dentro del apartado de las causas, las hay más inmediatas y también más profundas; como es obvio estas últimas serán más difíciles de analizar ya que seguramente quedarán más ocultas.

Os intentaré concretar mejor cómo se distribuiría gráficamente esta información en el “árbol” de la siguiente manera: el problema central lo podríamos colocar en el centro del árbol (tal y como se aprecia en la imagen); los efectos y las consecuencias podrían estar en los frutos del árbol; las causas más visibles estarían colocadas en las ramas del árbol mientras que las causas más profundas estarían en las raíces. De esa manera, si os fijáis, es más fácil de entender por qué se utiliza este esquema del árbol para escenificar un problema social (o de otra índole).

Ejemplo de un problema para analizar con la técnica del árbol de problemas

A continuación os ponemos un ejemplo de cómo rellenar un árbol de problemas. Para empezar, primero deberíamos identificar el problema, y para ello hemos escogido el siguiente:

Absentismo escolar (lo colocamos en medio del árbol); los efectos: los alumnos presentan déficit de atención, faltan a menudo a clase, no respetan al profesorado ni al resto de alumnos…; causas inmediatas: familias desestructuradas, desempleo familiar que afecta al estudiante, infravaloración sobre las ventajas de la educación, cuidado de hermanos menores…; causas profundas: recursos insuficientes, políticas que desconocen la diversidad, poca ayuda institucional hacia familias con importantes déficits sociales… Éste sería un poco el esquema a seguir para estructurar un árbol de problemas.

Una vez analizado el problema(s), las causas y sus consecuencias, cada grupo (si hemos participado de esa manera) aporta al resto de los miembros el resultado de este análisis. De esa forma, todos los compañeros que colaboran en la solución del problema tendrán más información para poder llevarlo a cabo.

En la propuesta de la resolución del problema, sería adecuado, además de analizar el problema, concretar qué tipo de entidades sociales, públicas o privadas tendrían que colaborar para la erradicación de dicho problema.  Como sabéis, uno de los objetivos primordiales que persigue la intervención socioeducativa consiste en ayudar a las personas que presentan un cuadro de riesgo social a integrarse completamente en la sociedad. Por ese motivo, la cooperación y colaboración con todas las entidades que conforman el entorno de las personas es fundamental para conseguir este objetivo.

Bueno, pues esto es todo. Espero y confío haber podido echar una mano, aunque sea a través de esta pequeña explicación, a aquellas personas que necesiten en un momento dado de su ejercicio profesional, aplicar estas técnicas de participación para poder solucionar los problemas que se planteen.

¡Nos vemos más adelante!

Scroll al inicio