Por fin hemos podido echarle el guante a un equipo con el chip más reciente de Apple el M2. Se trata de un análisis en profundidad del MacBook Pro de 13″ con el chip M2, 8Gb de memoria RAM y una capacidad de almacenamiento de 512 Gb.
Índice de este artículo
A modo de resumen te comentaré que este pequeño portátil sorprende, tienes la sensación de que puede absolutamente con todo, y lo hace con estilo, como se diría, prácticamente sin despeinarse, no se calienta, no se oyen los ventiladores.
La familia M2 casi al completo
A principios de 2023 Apple ha presentado dos procesadores más de la familia M2.
Se trata de los herederos de los chips más profesionales de la gama.
Me refiero al M2 Pro que equipan los MacBook Pro de 14 y 16″ así como el nuevo Mac Mini, y el M2 Max destinado únicamente a los MacBook Pro de 16″.
Quedará tan sólo por presentar el M2 Ultra que probablemente se mente en un Mac Studio o en un hipotético Mac Pro.
En la tienda oficial de Apple en Internet desaparecieron al momento los productos con M1 a excepción de los que lleva los equipos Mac Studio.
Los incrementos de rendimiento vistos ya entre el M2 sin apellido Pro ni Max sobre sus correspondientes chips de la familia M1 son de aproximadamente el 15-30% siempre dependiendo de la prueba en sí.
Estos incrementos de potencia tanto llegan tanto en la capacidad de proceso como sobre todo en la potencia gráfica al elevar significativamente el número de núcleos de GPU y la frecuencia de trabajo del sistema.
Apple vs Intel vs AMD
Con esto Apple parece querer ponerse a la altura de los nuevos chips de Intel, los Raptor Lake de la generación 13, así como en línea con los también nuevos series 7000 de AMD.
En líneas generales, los procesadores tanto de Intel como de AMD se muestran más potentes, eso sí, a base de consumir mucha más energía, y de en el caso de tratarse de ordenadores portátiles tener estos que estar enchufados a la corriente para poder doblegar a los M2.
La arquitectura ARM utilizada en los Apple Silicon hace prevalecer ese increíble, porque es absolutamente notorio, equilibrio entre potencia bruta y eficiencia energética.
En este sentido se beneficia enormemente la autonomía en los portátiles Apple, así como su rendimiento térmico y sonoro, donde a todas luces Apple es el absoluto ganador y es que es un punto y a parte.
¿Qué pasa con el MacBook Pro M2 de 13″?
Estos nuevos chips de la familia M2, así como sus correspondientes portátiles dejan todavía a este portátil MacBook Pro de 13″ un tanto en el limbo.
Todos sabemos que salvo sorpresa mayúscula este MacBook Pro será descontinuado por Apple, los motivos son muchos utilizan un chasis antiguo, una cámara antigua, una pantalla antigua, una touch bar que ya no se utilizará en el futuro, un teclado antiguo y la ausencia del Mag Safe.
Los motivos por los que Apple mantiene este portátil teniendo los MacBook Air de 13,6″ con el mismo chip, mismas configuraciones y una pantalla, y esto es ridículo tratándose de un AIR contra un PRO, de mayor tamaño pueden ser únicamente dos.
Por un lado podríamos pensar que dispone en sus almacenes o fábricas de un stock ingente de estos chasis y componentes.
Y por el otro, es que quizá aunque no los tenga en stock, podría darse que los precios de coste de esos compontentes están por el suelo en comparación a lo que a Apple le cuesta en la actualidad fabricar un MacBook Air M2, y quizá por ello, porque le son fundamentalmente muy rentables, los mantiene en catálogo.
No tiene sentido alguno que un ordenador apellidado «Pro» no tenga un procesador «Pro», y ni mucho menos que el ordenador portátil apellidado «Pro» sea mas pequeño que el apellidado «Air», cuando Air es o intentado ser siempre en Apple sinónimo de ser el más ligero y portátil de toda la gama.
¿MacBook Pro M2 o MacBook Air M2?
No son pocos los usuarios que a la hora de adquirir un nuevo Mac en la actualidad están ante ese dilema, que si un Pro o un Air.
Y es que sin ir más lejos el rival de este ordenador portátil es su hermano mellizo, nacidos el mismo día aunque con diferente cuerpo.
Me refiero al MacBook Air de 13″, una alternativa más que a considerar respecto a este MacBook Pro ya que comparten mucho en cuanto a tamaños, características y prestaciones.
En la práctica y descartando en ambos casos los modelos de 256 Gb, que más adelante te comentamos el motivo de su descarte, las únicas diferencias que encontrarás entre ambos son:
- La estética, que difiere en el diseño del chasis y la pantalla
- El color, del AIR hay 5 colores disponibles, del Pro 2
- La cámara webcam del AIR es superior 1080p vs 720p
- La refrigeración, que en el caso del Air es pasiva y en el Pro es activa.
- El precio, más caro el AIR que el PRO (en modelos de 512 Gb)
- El peso, el AIR pesa 160 gramos menos, 1,24 Kg vs 1,4 Kg
- El PRO ya incorpora cargador de 67W, el AIR de 35W
Hay otras como el MagSafe, pero me niego a darle un bombo que no se merece, para mi es un paso hacia atrás, por mucho que otros opinen diametralmente opuestos a mi.
Volviendo a esas diferencias, y como puedes observar por ti mismo, no existe una diferencia técnica apreciable más allá de la existencia o no del sistema de refrigeración activa, si no más bien todo lo contrario todo son detalles que no marcan diferencia funcional alguna.
Esto de la refrigeración hará que en el día a día sea más recomendable la compra del modelo Pro si vas a realizar tareas pesadas sostenidas, esto es, renderizado de imágenes y animaciones 3D y edición de vídeo con largas exportaciones así como compilaciones de programas.
En el resto de ocupaciones que puedes dar a un ordenador se comportarán de la misma manera y es que es sólo a partir de tareas que precisan de todo el hardware, CPU+GPU+RAM durante un tiempo sostenido que vaya más allá de los 10 minutos cuando el Air procede a recortar el rendimiento para preservar la temperatura.
En este caso y ante igualdad de precio ganarás con el Air, ya que cuenta con un diseño más moderno que el Pro.
Modelos de 256 Gb vs 512 Gb
Ya te adelanto que el de 512 Gb es el que debes comprar.
Si bien en el MacBook Pro no existen tantas diferencias entre ambos modelos a nivel prestacional más allá de la velocidad de escritura de la unidad de 256 y de la inherente capacidad del mismo, cabe señalar que la de 256 es sensiblemente más lenta y subrayar a fuego que hoy en los tiempos que corren y por los precios que pagas 256 Gb son pocos y a menos que lo quieras únicamente para escribir y redes sociales, te aconsejaría siempre el modelo de 512 Gb.
En el caso de la unidad más pequeña de almacenamiento, tanto en el nuevo Air como en este Pro con chip M2 lo que hace Apple con el modelo de 256 es patético, o mejor dicho una guarrada, y es que para el modelo de entrada, el que equipa unos escasos 256 Gb de capacidad ha decidido tomar el pelo al usuario.
Por un lado cambia el SSD anterior, el que equipaban el AIR y el PRO con M1, antes basado en dos chips y con casi el doble de velocidad de lectura, en estos nuevos Macs M2 el de 256 Gb lo han cambiado por un nuevo y único chip, más barato, y que se demuestra mucho más lento.
Por si esto fuese poco, en Apple van y desconectan dos núcleos de la GPU pasando de los 10 núcleos a tan sólo 8, con lo que pierdes alrededor de un 25% de potencia gráfica, así porque ellos quieren.
Siguen recortando al incluir únicamente un adaptador USB‑C de sólo 30 W, 5W menos que en el modelo de 512 Gb. Vale que el cargador de 30 o 35 es más portátil que el de 67 W que incluye el PRO, pero escatimar 5W entre el Air de 256 y de 512 ¿qué sentido tiene?
Mucho ensalzar el magsafe y su carga rápida, pero si quieres carga rápida tendrás que comprar a parte, en cualquier de los modelos AIR el adaptador de 67 W, ya que sólo están incluidos de 30 o 35W.
Eso sí, el precio del modelo del AIR de 256 Gb, respecto al de 512 Gb aunque baja, sigue siendo un robo.
Características del MacBook Pro de 13″ con M2
En otro orden de cosas están las estéticas, donde su hermano y rival, el MacBook Air, gana en cuanto a que disfruta de un chasis más nuevo, diseñado de una forma específica para estos procesadores Apple Silicon, mientras que el MacBook Pro continúa con un chasis diseñado en 2016 y que se estreno para los procesadores Intel.
El chip M2
El chip M2 es la estrella de este portátil, un chip, un procesador que tiene nombre propio y que es el primer sucesor del M1, procesador que inició la gran transición de arquitectura en los Mac, pasando de una arquitectura x86 a una mucho más moderna basada en ARM.
Este chip está fabricado por Taiwan Semiconductors, o TSM, como prefieras llamarlo bajo un proceso de 5 nanómetros, lo que garantiza que en un mismo espacio físico se puedan integrar más y más transistores, un 25% más que su predecesor, el M1, además de utilizar frecuencias más altas, hasta 3,49 Ghz características que sumadas permiten al M2 ofrecer una mayor potencia de cálculo.
En la práctica, a diferencia que sobre el papel, sobre lo que Apple pretende vendernos, el M2 no representa un gran salto cualitativo sobre el M1 anterior.
Si bien del M1 han salido diferentes variantes, del M2 no, por el momento sólo tenemos el M2 sencillo, básico, sin apellidos de Pro, Max, Ultra ni nada que se le parezca.
En este artículo lo comparo con equipos que montan el M1 básico, aunque también hago referencia al M1 Pro que probamos hace un tiempo.
Las mejoras del M2 sobre el M1 no son excesivas o espectaculares, muchos dicen que se trata de un M1 overclockeado, es decir, exprimido en cuanto a su velocidad de reloj para ofrecer un mayor rendimiento, aunque escaso, por encima del M1.
En cuanto a sus núcleos o cores de proceso tanto el M2 como el M1 disponen de un total de 8 núcleos, con la misma configuración entre ambos chips, los núcleos de rendimiento 4 de rendimiento y 4 de eficiencia.
Si bien comparado con el M1 que monta por ejemplo un Mac Mini tenemos que el M2 tiene 10 núcleos en su GPU, es decir en la tarjeta gráfica, mientras que el Mac Mini dispone de 8 núcleos, esto sobre el papel nos habla de una potencia gráfica un 25% superior.
En este sentido cabe recordar que el portátil MacBook Air M1 con 256 Gb de disco tan sólo disponía de 7 núcleos gráficos, ya que Apple tuvo la mala decisión de desactivar uno de los núcleos para posiblemente justificar una gran diferencia de precio con el que montaba 512 Gb de disco.
El neural engine del M2 y del M1 es el mismo, sumando un total de 16 núcleos, si te preguntas para que sirve, pues para su uso en I.A. donde aprende patrones de cálculo para poder predecir el resultado sin tener que pasar por todos esos cálculos, ganando tiempo potencia de procesado.
La memoria RAM soportada por el M2 es de hasta 24 Gb siendo de como máximo 16 GB en el M1.
El resultado es un equipo más rápido, según la propia Apple en término medio representa un aumento de potencia entorno al 40%, ofreciendo un ancho de banda de acceso a memoria del doble que el M1.
El diseño del MacBook Pro de 13″ M2
El diseño de este nuevo portátil no aporta nada nuevo, quizá es por algo tan sencillo como que se está utilizando el mismo chasis que se diseñó para equipos con procesador Intel por allá el año 2016, lo que representa que llevamos con un modelo que en su apariencia externa y en su pantalla tiene ya nada más y nada menos que 7 años.
Sin embargo, y a pesar de que en ciertos puntos si que vemos esta edad, como en los marcos de pantalla, sobre todo en el superior, no desentona prácticamente nada al ubicarlo justo al lado de otros chasis más modernos como los del MacBook Air M2.
La tapa del MacBook Pro donde va grabado el logotipo de Apple es algo abombada y no perfectamente plana, como si que lo es en los MacBook Air M2.
Me refiero en su parte superior el modelo Pro tiene en sus cuatro extremos algo de curvatura, no me refiero a la curvatura de la esquina, sino a un elevación desde esa esquina hasta unos 0,8 mm interior, esto le da un aspecto a la pantalla de que esta tapa está algo abombada.
Si bien esto sólo es un tema estético, ahora se nota que estamos ante un equipo viejo, ya que los nuevos MacBook Air con M2 no tienen esta pequeña curvatura, resultando una tapa de pantalla totalmente plana, lo que le ofrece un aspecto mucho más moderno.
las gomas inferiores resbalan en exceso, sentado en el sofá tengo una superficie ovalada de piel con la base acolchada para las piernas que me lo hace más cómodo, sin embargo el Pro resbala en ella.
Teclado del MacBook Pro de 13″ con M2
Nada ha cambiado respecto a los modelos anteriores, el teclado tiene la misma alta calidad que siempre, es más silencioso que otros teclados pero la ejecución del tecleado es prácticamente perfecta, no sueles errar por muy rápido que escribas.
Además este teclado incluye dos extras, por un lado el reconocimiento de huellas, o Touch ID, que si bien funciona, no me acaba de convencer el hecho de que no pueda arrancar con él el equipo, como si que puedes hacer en otros portátiles con Windows y por el otro la Touch Bar, de la que te hablaremos en otro párrafo.
Es decir, cuando enciendes el macbook te pide la contraseña una primera vez, luego ya podrás desbloquear sin contraseña, sólo con el dedo, pero si apagas el mac por completo, al encenderlo te lo volverá a pedir, esto es un Honor o Huawei con lector de huellas, no pasa, tu pulsas sobre dicho botón/lector de huellas y el equipo arranca y te deja en el escritorio sin más.
La Touch bar del MacBook Pro de 13″
Tras dejar el teclado es imposible no hablar de la touch bar, un elemento verdaderamente diferenciador con el resto de portátiles existentes en el mercado, inclusive con el resto de portátiles de la propia marca Apple.
Personalmente la touch bar me gusta, se que no aporta gran cosa, la mayoría del día ni la miro, su implementación no me acaba de convencer, y es que si bien las sugerencias al escribir podrían estar bien, las mismas aparece muy pero que muy tarde o directamente no aparecen cuando eres alguien que escribe ya con cierta velocidad.
La implementación es incompleta, si bien puedes acceder cómodamente a las vistas de todas las ventanas, o a la vista del lanzador de aplicaciones llamado el AppLauncher, no tienes un botón virtual en la touch bar para volver hacia atrás, debes hacerlo con la tecla física ESC, esto es algo que me cuesta de asimilar.
Donde falla es en varios puntos, mientras por ejemplo estás viendo un vídeo largo en internet, serie o película, al rato se apaga la touch bar por completo, y si quieres subir el volumen rápidamente, no podrás y andarás un poco despistado ya que con ella apagada primero deberás hacer un toque sobre la misma para luego identificar el icono de sonido, pulsarlo una vez y desplazar posteriormente el volumen hacia la izquierda para bajar el volumen, o a derecha para subir.
Otro de los fallos es su ubicación, en mi caso durante las pruebas me encontraba escribiendo este largo artículo, y sin querer, mientras releía algún que otro párrafo dejaba la mano izquierda suspendida y algo muerta en la parte de las teclas de función, una manía que no sabía que tenía y que hace que accidentalmente estas pulsen los controles de brillo ubicados en esa posición de la touch bar, oscureciendo totalmente la pantalla para mi sorpresa.
En mi día a día la utilizo la touch bar casi en exclusiva para el control de volumen y brillo, pero francamente es bonita.
El track pad del Mac
En cuanto al touch pad o track pad… de lo mejor de este equipo y de cualquier otro portátil Mac, siguen estando muy por encima de los equipos Windows.
Es una delicia trabajar con él, no echarás en falta en ratón en ningún momento, se encuentra perfectamente centrado con respecto al propio chasis y pantalla del equipo, algo que parece ser que no somos muchos los que lo valoramos pero que en mi caso ha pasado a ser algo del todo imprescindible.
En ese sentido, comentar que no soporto los touch pad diminutos y descentrados que equipan algunos portátiles Windows del tipo gaming de 15,6″, quienes piensan equivocadamente que es mejor centrarlo respecto a las teclas «normales» que no pertenecen al teclado numérico lateral y no al conjunto del chasis y pantalla.
Cuenta además con un generoso tamaño, que si bien ha crecido algo en los nuevos chasis, en este MacBook Pro me resulta perfecto.
La pantalla del MacBook Pro
La pantalla del MacBook Pro es un panel que lleva con nosotros algo más de 5 años, quizá por ese motivo también nos trae diferencias con su hermanito Air que tiene el feo notch en la parte superior media de la pantalla.
En ambas pantalla y como ardid del márketing se unifican y ocultan parte de las especificaciones de esto panel bajo la palabra Retina, sólo vista en dispositivos Apple en cada todos sus modelos y dispositivos, por muy diferentes que sean.
En este caso la pantalla del Air con chip M2 luce mucho más moderna al no tener esos marcos tan anchos alrededor, sobre todo el superior, y es para mi esa la mayor diferencia.
Ya que si bien con la ficha técnica el panel del Air es algo superior al del Pro M2 en resolución, así como también en la reproducción de negros y consumo al ser MiniLED en lugar de IPS, los años y la tecnología no pasan en vano, aunque luego en la práctica, tras horas de uso tampoco es para tanto.
En el PRO tenemos un panel IPS con unas medidas de 13,3″ y 2560 x 1600 píxeles de resolución, lo que sería una densidad de 227 píxeles por cada pulgada de pantalla, superior a la media, además este panel cuenta con 500 nits de brillo máximo.
La pantalla no es mate, lo que para mi podría ser un problema, aunque reconozco que se comporta mejor que otras pantallas reflectantes, que si bien es impepinable que tiene reflejos comparada con esas pantallas mate, la de este MacBook Pro da la talla.
En este modelo, la pantalla no dispone del notch que han comenzado a adoptar los nuevos Macs, como sí que tiene su hermano menor el Air.
Entrar a valorar si mejor con notch o mejor sin notch… pues sí, entro, a mi personalmente me parece una chapuza el notch del Air, aunque tampoco me parece correcta una pantalla con los bordes tan anchos en los tiempos que corren, le dan al equipo un aspecto algo viejuno.
El formato o relación de aspecto es 16:9, personalmente prefiero para consumir media y para programar el 16:9 y para escribir formatos más cuadrados como el 3:4, si bien en vídeo el ya de por sí ancho marco superior crece hasta los dos dedos.
Webcam del MacBook M2
Este Pro dispone de la misma cámara de siempre, integrada en el marco superior y con una resolución de 720p, escasa y cualitativamente inferior al resto de componentes del equipo.
El audio del MacBook Pro de 13″ con chip M2
El audio de este portátil de Apple es cuenta con una gran calidad, muy superior a la media de portátiles de su tamaño, e incluso mejor que otros que presumen de grandes marcas de audio grabadas en su chasis y que cuentan con un mayor tamaño general y con ello mayor caja de resonancia para los altavoces.
Para dar la nota de calidad el MacBook Pro de 13 dispone de un total de cuatro altavoces ubicados en los laterales del ordenador y con generosas salidas de audio perforadas en el chasis, cuando otros disponen de únicamente dos.
La amplitud espacial del sonido estéreo que emite es destacable por encima de todos esos otros portátiles que he probado.
Por definirlo algo más, te contaré que la calidad de audio es idéntica al del modelo anterior con chip M1 y algo superior al de los modelos MacBook Air también con chip M1, ya que este MacBook tiene algo más de caja de resonancia, un imprescindible para que los altavoces trabajen mejor.
Si que queda algo por detrás de los MacBook Pro de 14 y sobre todo del de 16″ que elevan el nivel hasta lo nunca visto en portátiles al contar con 6 altavoces, dos más que los del M1.
Entre el 70 y 80% del volumen máximo del dispositivo los matices adquieren un énfasis especial, la riqueza en frecuencias es digna de elogio, el sonido de los macs es una de esas cosas que en parte pueden justificar su precio.
Conectividad del MacBook Pro M2
En cuanto a su conectividad, por la inalámbrica no precisaremos de más ya que dispone de Wifi 6 y Bluetooth 5.
En cuanto a la conectividad mediante cable comentar que únicamente dispone de 3 conectores, dos Thunderbolt que son compatibles con USB tipo-C 3.1 Gen 2 (hasta 40 Gb/s de transferencia en modo Thunderbolt o USB 4, y 10 Gb/s en USB 3) y un jack de auriculares de 3,5 mm.
Batería del MacBook Pro 13″ M2
La carga del equipo se realiza mediante un adaptador de 67W a través de uno de los dos puertos USB tipo C, no disponiendo, como sí que tiene el MacBook Air, del famoso conector de corriente MagSafe.
Esto del magsafe muchos lo ensalzan de forma equivocada, carecen de razón los más aguerridos fans de Apple. Sí que puede resultar chulo conectar un magsafe a corriente y es que los imanes y sus efectos nos encantan a todos desde bien pequeños. Acepto que su carga rápida se agradece, pero únicamente en algunos momentos puntuales, hasta aquí sus ventajas.
En el otro lado de la balanza… cuidado! los AIR no incluyen cargador rápido, deberás comprarlo aparte, sólo incluyen cargadores de 30 y 35W, dependiendo del modelo.
También es importante conocer que las cargas rápidas acortan la vida de la batería.
Por si esto fuese poco, el magsafe no es un estándar de carga, el USB tipo C sí, en cualquier oficina, cliente, e incluso hasta en casa mi suegra hay un conector donde cargarlo, quizá no todos sean compatibles, pero eso es porque Apple no quiere, pero yo por ejemplo lo cargo con el original o con el de un portátil Huawei, además en el caso de pérdida compro uno por 20-40 euros, en cambio el Magsafe de repuesto en la tienda Apple, sólo el cable USB tipo C a MagSafe cuesta 55 euros y todavía falta añadir el cargador que cuesta 65 euros. 55+65 = 120 euros ¿Estamos locos?
Probamos el MacBook Pro M2 de 13
El sistema operativo bajo el que hemos efectuado las pruebas es macOS Ventura 13.1 un sistema que se nota ya muy estable y pulido para esta arquitectura Apple Silicon.
Vamos pues a adentrarnos en el análisis, de este ordenador no sin antes ponernos en contexto.
Portatibilidad del MacBook Pro 13 M2
La capacidad de ser más o menos portátil de un equipo que en su nombre lleva esa misma palabra en ocasiones es algo a lo que no se le da suficiente valor y eso es algo que no deberíamos pasar por alto.
La portabilidad de un portátil yo la defino en dos aspectos, el puramente físico, en cuanto a su tamaño y sobre todo a su peso como a la autonomía de trabajo que te proporciona, donde la batería entra el juego, pero hay más aspectos menores que influyen en esa portabilidad.
El peso del MacBook Pro de 13 con chip M2 es de 1,4 Kg, a pesar de su reducido tamaño, un 13″, se nota más masivo de lo que uno en un principio puede pensar.
Sin embargo su tamaño es muy compacto.
La batería de los MacBook con procesador M1, M2 o cualquiera de sus variantes, sea cual sea el modelo, es muy superior a la de la totalidad de ordenadores portátiles.
Hablamos de superar ampliamente las 10 horas de trabajo sin conectarse a corriente, en algunos casos superando las 15 horas cuando el trabajo es muy poco exigente, como una navegación suave por la red con la lectura de largos textos y el visionado de algún vídeo.
Esta mejora prestacional de la autonomía es más aún cuando nos damos cuentas de que los macs apenas adolecen del denominado thermal throttling, es decir de bajada de rendimiento producido por un sobre calentamiento del sistema, aunque en el caso de los AIR con M2, hay que dejar claro que sí que existe, aunque esta es bastante exigua.
En los PCs este sobre calentamiento ya se da por echo y los procesadores tanto de Intel como AMD bajo arquitecturas x86 disponen de una especie de dos marchas o modos de trabajo, conectado a corriente, que darían la máxima prestación y desconectados que bajarían la misma alrededor de un 30%.
En los Macs portátiles el rendimiento no desciende por estar o no conectados a corriente.
Si nos hemos de llevar el cargador con nosotros, un aspecto que también atribuyo a la portatibilidad del ordenador, comentar que este es de reducido tamaño, además de que podemos utilizar cualquier cargador USB del tipo C que tenga carga rápida.
En mi día a día he llegado a utilizar el cargador de mi móvil Xiaomi, que es de 18 W para cargar el Mac, eso sí, sólo carga cuando el equipo se encuentra totalmente apagado, ya que de lo contrario un transformador de carga rápida de sólo 18 W no será capaz de cargar el Mac mientras se está utilizando.
Al conectar el mac al cargador de móvil Recibes un mensaje conforme la batería no se está cargando. Para comprobar si dicha carga se realizaba dejé el mac trabajando con una sincronización de archivos en la nube durante unas 6 horas, y mi sorpresa fue que transcurrido ese tiempo, y con la pantalla en reposo, el mac había consumido casi un 40% de batería, y eso que estaba conectado a corriente.
Pruebas sintéticas del MacBook Pro con chip M2
Vamos a lanzar una serie de prueba sintéticas en el portátil de Apple para que sirvan de referencia, en algunos puntos anotaré los resultados obtenidos por otros equipos con el fin de que se puedan realizar las pertinentes comparaciones contra otros ordenadores portátiles de Apple o basados en Windows.
En resumen, en las pruebas más afines a Apple, como suele ser GeekBench, este portátil obtiene unos rendimientos siderales, en el resto de pruebas genéricas sus resultados son muy pero que muy buenos, aunque sin ser excelentes, algo que con el precio colocado al otro lado de la balanza nos hace dudar de su idoneidad.
No obstante serán las pruebas reales y no las sintéticas las que finalmente tengan más peso en nuestro veredicto final.
Geekbench del MacBook Pro 13″ M2
Geekbench es una prueba que no se puede obviar, quizá la que más nos agrada de todas las pruebas sintéticas, concretamente hemos ejecutado GeekBench en este mac con la versión 5.4.6
El resultado es francamente buenísimo casi 2000 puntos en mono núcleo y caso 9000 en multinúcleo.
Si bien el ratio en el caso de procesadores de núcleos gemelos, que no es el caso del M2, debería ser el resultado de multiplicar la puntuación de single core, es decir el 1918 por el número de núcleos, que son 8, y darnos unos 15000 puntos en multi núcleo, al final esto nunca es así de matemático, quedando algo por debajo.
Además estos procesadores M de Apple no cuentan con núcleos gemelos o simétricos, disponde de una arquitectura mixta, con diferentes tipos de núcleos para preservar energía, consumir menos y por ende en portátiles como este extirar la batería mucho más allá que otras arquitecturas.
En este caso el M2 montado en el MacBook Pro de 13″, cuenta con un total de 8 núcleos, combinando cuatro núcleos de alta eficiencia con otros de bajo consumo. Idéntico a su predecesor, el M1.
Puedes visualizar los resultados completos a través de la siguiente dirección: >aquí<
En cuanto al poder computacional bajo OpenCL tampoco anda mal para tratarse de una gráfica integrada en el mismo chip, alcanzando una puntuación de 27678 puntos.
Como referencia un portátil Windows con procesador Ryzen 5 5500U y una gráfica integrada Vega 8 integrada obtiene 14472 puntos lo que casi es la mitad. Eso sí, en cualquier otro equipo con una gráfica dedicada de gama baja, como puede ser una GTX 1650 nos vamos entre los 40.000 y 50.000 puntos en OpenCL.
Los resultados al detalle en este otro >enlace<
Resultado chip M2 con Cinebench R23
Ejecutamos la aplicación sintética de prueba de renderizado Cinebench en su versión R23.
Esta prueba comprobará la idoneidad del equipo en el que se ejecute para el renderizado de imágenes complejas en tres dimensiones.
Esta potencia 3D es necesaria para aplicaciones de diseño CAD/CAM así como para el uso de aplicaciones que creen modelos y escenas 3D enfocados tanto al diseño y arquitectura como a la creación de videojuegos.
Los resultados han sido de 1582 puntos para la prueba de un sólo núcleo por 8737 cuando se utilizan todos los núcleos.
Un resultado por debajo de lo esperado y es que un Ryzen 7 5800H con una gráfica GTX 1650 supera ampliamente en potencia multinúcleo a este Mac M2, con unos resultados de 11817 puntos, 3000 puntos más, más de un 30% de rendimiento por un coste muy inferior.
Prueba de velocidad de la unidad de almacenamiento
Contar con una rápida unidad de almacenamiento es a día de hoy vital y gran parte del rendimiento percibido en el día a día con el uso de un ordenador viene dado por la velocidad de lectura del mismo, por supuesto la velocidad de grabación o escritura es también importante, pero mucho menos determinante que esta última.
Una velocidad de lectura alta nos permitirá disfrutar de menores tiempos de arranque del equipo, de carga de programas casi instantánea y de reproducción de vídeos bajo una mayor calidad.
En la prueba de velocidad de la unidad de almacenamiento en lectura casi se conseguían los 3000 Mb/s mientras que en escritura se quedaba en unos buenos 2569 megas por segundo
Se trata de unas velocidades excelentes, si bien algo por debajo de lo esperado hay equipos de PC sensiblemente más económicos y cuyas unidades NVMe, que son reemplazables y por ende fácilmente reparables, así que eso de llevar el almacenamiento soldado en placa para obtener un mejor rendimiento, ya no cuela señores de Apple.
No suficientemente contentos con los resultados obtenidos con el programa de BlackMagic buscamos otros programas para medir el rendimiento del disco, y lo hicimos hasta dar con uno que se antoja como el clon perfecto del CrystalDiskMark de PC y que se llama de AmorphousDiskMark
Rápidamente ejecutamos la prueba y conseguimos unos valores más cercanos a los esperados, aunque tampoco es que diferiesen mucho de lo anteriormente conseguido si que estábamos en las lecturas secuenciales consiguiendo una gran velocidad, también para la lectura aleatoria de ficheros medianos.
En cuanto a las calidades de vídeo que podemos conseguir con esta velocidad en la unidad de disco y propio el Mac con procesador M2, esta es máxima, permitiendo hasta calidades de 12K a 60 fotogramas por segundo.
Test de 8K CPU y Metal
Para ver hasta donde podríamos llegar editando vídeo hemos utilizado BlackMagic Raw Speed Test, obteniendo unos resultados de 23 fotogramas por segundo mediante la CPU y hasta 41 FPS utilizando Metal.
Pruebas reales con con el M2
El rendimiento percibido con el M2 es altísimo, entiende como rendimiento percibido esa sensación que te queda tras trabajar durante varios días como ordenador principal, donde además de realizar todo tipo de trabajos diarios, desde los más livianos hasta los más pesados, sometes al equipo a frecuentes desafíos, como prueba sintéticas y pruebas reales de carga.
En este sentido el MacBook Pro M2 te deja con una casi inmejorable sensación de potencia, parece que no se ahoga con nada. Siempre está dispuesto a más no importa que tengas más de 50 pestañas abiertas en el navegador, que estés descargando algún videojuego con Steam, que tengas un contenedor de docker corriendo y estés instalado algunos programas, el equipo responderá con soltura en todo momento.
En las pruebas de renderizado de imágenes tridimensionales los resultados fueron buenos, aunque tras los resultados obtenidos en las pruebas sintéticas sinceramente nos esperábamos algo más, aquí es donde la escasa memoria RAM para este tipo de trabajos estaría posiblemente lastrando las prestaciones del MacBook Pro con M2.
En cuanto a desarrollo web, con MAMP corriendo como servidor local, bajo una configuración de PHP 8.0 y MySQL 5.7 probamos a importar una base de datos en formato SQL que ocupaba 400 Mb en disco.
Es sin lugar a dudas una gran base de datos ya que contiene más de 1 millón y medio de registros separados en más de 20 tablas.
Pues tras tocar y retocar la configuración de tiempos de ejecución en el archivo correspondiente php.ini no he sido capaz de importarla base de datos, siempre obtenía un error de:
Donde no me ha convencido tanto el MacBook Pro de 13″ es en su pantalla, no por la calidad de la misma, ya que se ve muy bien, si no por su reducido tamaño.
Si bien confieso que hasta no hace mucho consideraba que los portátiles eran óptimos hasta las 14″, incluidas, ahora se me hacen excesivamente pequeños y prefiero las otras opciones.
Hoy las pantallas de 15,6″ o 16″ son para mi una mejor opción, más aún cuando consigues equipos de 15,6″ con casi las mismas dimensiones que las de este macbook, y lo haces a base de tener unos marcos más finos, así como de un peso igualado, este MacBook no es precisamente ligero, un 13,3″ con 1,400 gramos mientras que otro de mis ordenadores pesa 1,53 y cuenta con un panel de 15,6″. Esa diferencia de peso en la mochila no la notas, la diferencia de pantalla y de teclado sí.
Videojuegos en el MacBook Pro M2
Si eres usuario de Mac sabrás que los ordenadores de Apple nunca se han prestado a los videojuegos, siendo Windows una plataforma muchísimo más adecuada para ello.
Sin embargo y tras la irrupción de la arquitectura Apple Silicon con sus optimizados procesadores que además incluyen GPUs con una potencia considerable, más aún cuando se compara con otras gráficas integradas en el chip, y no las caras gráficas dedicadas de Nvidia y AMD, demuestran una potencia más que contrastada.
En este sentido gráficas integradas como la que calza el chip M2 de Apple sorprenden de gran manera y es que me atrevería a decir que están un escalón por encima de las viejas GTX 1650 y que rinden casi tanto como una RTX 3050.
Esto se traduce en que este equipo nos permite jugar, y teniendo presente las limitaciones de catálogo existentes y ineludibles por el momento convertirán a este portátil en un portátil apto para gamers.
Lo que también impresiona es que podrás jugar con el M2 desconectado de corriente sin percibir una bajada de rendimiento, como sí que sucede en los portátiles gaming bajo Windows.
En cuanto a su rendimiento bruto, pues decir que en no pocos juegos triple A a conseguido mantener tasas de refresco de entre 30 y 60 fps jugando a la resolución nativa de la pantalla integrada, la cual te recuerdo es retina, y cuenta con una resolución muy alta, muy superior al típico 1080p.
Temperaturas del MacBook Pro M2
Estamos ante un nuevo procesador de Apple Silicon, una familia y arquitectura que destaca sobremanera por su rendimiento energético.
Esto es algo que quedará patente ya en el primer día de uso, y es que tanto sobre el papel como en la misma práctica estamos ante un equipo que casi no se calienta casi nada y que como secuencia es casi siempre silencioso.
Sabemos que tiene ventiladores, pero tras varios de uso únicamente han sonado con alguna prueba de estrés de rendimiento.
Conclusiones sobre el MacBook Pro M2
Una bestia con una pátina de lujo innegable. Rinde en cualquier escenario, se comporta en los más complejos y pesados a pesar de disponer de sólo 8 Gb, aguanta una eternidad trabajando sin desfallecer y es que su batería es sobrenatural y además luego, pasados unos años, disfruta de un gran precio de reventa.
Si de los 1800 euros que te cuesta en 4 años puedes sacarle 1000 oye… por 800 yo me lo compraba.
Su fallo, ese, el peaje de su precio.
Si te lo recomiendo por encima de equipos gaming con precios similares… no, lo que puedes comprarte en PC por el mismo dinero que cuesta este mac es poco menos que un reactor nuclear.
Para los que valoran la compra de este Mac o comparar con equipos gaming de entrada de 600 a 1000 euros, la respuesta es no hagas ese esfuerzo de precio extra que vale el Mac, pero por varias cosas, en juegos tendrás menos catálogo, rendirá menos y te ahorrarás mucho dinero.
Por el contrario si eres un profesional de la fotografía o el vídeo, esta es tu máquina. Vale que si te puedes permitir un Pro de 14 con 16 Gb de RAM y 1 Tb de disco mejor que mejor, pero si no es el caso, con lo que te cuesta este Mac tendrás más que suficiente.
Si lo tuyo son los gráficos 3D, crearlos, animarlos, o crear juegos, con el Mac podrás, pero quizá la escasa RAM, son solo 8 Gb, con 16 Gb ya te vas por encima de los 2.000 euros.
Algo que te penalizará en tiempos y velocidad de trabajo, y es que creo que para todo esto de la creación 3D, es mejor un equipo Windows, más barato, más potente en el renderizado al poder tener una gráfica dedicada y además poder cuadruplicar el tamaño de RAM por escaso dinero.
En resumen, si quieres trabajar edición de vídeo o foto, este es tu equipo en cambio para los que van a jugar necesitas un Windows, a Apple todavía le falta camino por recorrer en ese aspecto, ojo, que con algunos títulos se muestra capaz, pero ni de lejos tiene tanto catálogo.