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¿Qué es la mediación?

qué es la mediación

En realidad existen varias definiciones sobre el concepto de mediación, aun así, vamos a intentar dar una definición más o menos genérica que pueda englobar los rasgos más característicos de dicho proceso. Así qué, ante la pregunta sobre ¿Qué es la mediación? respondemos:

La mediación es un proceso no terapéutico que estructura la intervención de las partes implicadas en una disputa o problema, a través de la ayuda de un tercero no vinculado a las partes, con el fin de llegar a un acuerdo o resolución del conflicto.

El mediador, es decir, el tercero, sería la persona encargada de guiar la mediación. Para conseguirlo es muy importante que el mediador siga unas pautas básicas en el proceso de mediación. Sobre todo, debe ser totalmente neutral y parcial en su tarea facilitadora del conflicto, respetando tanto la voluntariedad como la autonomía de las partes en la consecución de los acuerdos o desacuerdos. Porque, también hay que señalar, que NO toda mediación acaba con un final feliz ya que en algunos casos no es posible llegar a un acuerdo mutuo.

Por otro lado, también queremos comentar que existen diferentes tipos de mediación. Las más conocidas son:  la mediación familiar, la comunitaria, la escolar y la intercultural.

En este caso os vamos a presentar, de forma muy concisa, cuáles son las fases que toda mediación debería realizar para conseguir que las personas que forman parte del conflicto puedan llegar a un final resolutivo satisfactorio.

Pero, antes de ello deberíamos tener siempre presente cuáles son los objetivos principales que persigue el proceso de mediación. Se resume de la siguiente manera: facilitar una nueva relación entre las partes; aumentando el respeto y la confianza entre ellos; creando una nueva forma de ayudar a la comunicación; y todo ello desde la transformación de las percepciones que cada uno de los participantes del conflicto parte desde un inicio.

Entonces, ahora sí, a continuación vamos a especificar brevemente los pasos a seguir para construir una mediación.

Fases de la mediación

  • Presentar las reglas del proceso: ¿quién? y ¿cómo?
  • Explicar y aclarar el problema: ¿qué? y ¿dónde?
  • Proponer soluciones: ¿cómo?
  • Llegar a un acuerdo: ¿quién?, ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde?

Fases del proceso de mediación

  1. Identificar el problema: hay que definir cuál es el problema mediante el discurso de los implicados en el proceso de mediación.
  2. Recopilar información: a través de los relatos de la historia.
  3. Definir el problema: desde la información que nos han proporcionado los implicados en la mediación deberemos definir cuál es el problema (es parecido a la identificación).
  4. Buscar opciones: alternativas nuevas.
  5. Redefinir las posiciones e intereses: a partir de la comprensión de las demandas del otro.
  6. Negociar: llegar a acuerdos.
  1. Identificar el problema

Dibujo de una mediadora entre dos personas dándose todos la mano
Mediación

Cada una de las partes debe definir cuál es el problema, probablemente exista más de uno. El mediador en este caso debe anotar cuáles son y priorizar por dónde empezar, normalmente suele ser por el más sencillo.

Los criterios básicos con los que debemos partir ante una situación de este tipo consiste en lo siguiente: todo el mundo debe reconocer que existe un problema, que es necesario solucionarlo y que para ello todos se comprometen a resolverlo.

  1. Recopilar la información

La información se obtiene mediante el relato de cada uno de los participantes. Es importante conocer la versión del problema que cada uno de ellos plantea, porque ello nos ayudará a clarificar la información.

  1. Definir el problema

El mediador plantea una definición compartida del problema que hay que solucionar. Esta definición debe ser compartida y aceptada por las dos partes implicadas.

La neutralidad del mediador debe estar implícita en todas las respuestas o propuestas que ofrezca, por ese motivo cuando plantea la definición del problema las partes implicadas deben aprobar si es correcta o no.

Por ejemplo, ante un problema entre padre e hijo, se podría definir de la siguiente forma: “el problema se encuentra en la falta de comprensión entre padre e hijo”.

  1. Buscar opciones

El objetivo de esta fase es plantear cuantas más opciones o alternativas mejor. En este caso la técnica de «lluvia de ideas» o “Brainstorming” es genial porque se pueden ir diciendo cuanto más mejor.

En el caso que los implicados en la mediación no sepan, no puedan o tengan problemas a la hora de aportar ideas, el mediador puede sugerir unas cuantas pero siempre con el objetivo que sean los implicados quienes decidan cuál es la mejor.

  1. Redefinir las posiciones e intereses

Al inicio de la mediación las partes implicadas deben definir el problema desde su posición y, el mediador debe reconducir esa posición hacia los intereses para empezar con la negociación.

Por ejemplo en el caso antes mencionado, la posición del hijo podría ser esta: “Quiero salir el viernes por la noche”.

El mediador indicaría que los intereses del hijo por salir el viernes noche sería: “Quiero salir el viernes por la noche para celebrar el cumpleaños de uno de mis amigos”.

De forma resumida, la posición sería aquello a lo que se compromete cada uno de los participantes sobre el qué hará o no durante la negociación, es decir, está vinculado a la acción.

En cuanto a los intereses, serían las necesidades, los deseos o las inquietudes de los implicados en el proceso. Está más relacionado con los sentimientos y se vincula a la pregunta del por qué.

  1. Negociar: llegar a los acuerdos

En esta última fase de la mediación es cuando se necesita llegar a los acuerdos. Una vez recopilada toda la información, es decir, se ha identificado y definido el problema o los problemas, se ha elaborado una serie de opciones o alternativas para superarlo, se han redefinido las posiciones e intereses que cada una de las partes está dispuesta a realizar, es cuando el mediador debe guiar y ayudar a que las partes implicadas negocien la resolución de su disputa.

Como hemos comentado al inicio existen diferentes tipos de mediación. Está la familiar, la comunitaria, la escolar, la intercultural, pero también está la mediación internacional, la mediación laboral… De hecho la mediación es una técnica de resolución de conflictos bastante heterogénea capaz de aplicarse en contextos muy diversos.

No obstante, el grueso de las mediaciones que suelen practicarse con más asiduidad son las de carácter comunitaria e intercultural. Sobre todo en contextos donde residen personas procedentes de culturas muy diferentes. Pensad que a menudo un conflicto puede originarse simplemente por el desconocimiento de las costumbres y tradiciones que componen cada cultura.

A menudo, este tipo de conflictos son fácilmente resueltos, solo hace falta que cada una de las partes implicadas en la disputa, exponga sus costumbres para que de esa manera pueden ser, sino aceptadas, al menos toleradas por el otro. Pensad que, en ocasiones, la fuente del conflicto puede ser algo insignificante, pero este «algo» se va enredando y creciendo paulatinamente hasta que finalmente acaba estallando. Y, todo eso se produce debido a la falta de comprensión de la otra parte del conflicto.

Bien, más o menos hasta aquí hemos realizado una introducción sobre las nociones básicas de un proceso de mediación. En futuros artículos abordaremos con mayor profundidad el tema, e intentaremos también introducir los diferentes tipos de mediación con los que se están  trabajando en la actualidad.

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