ACTUALIZACIÓN: Este restaurante ya no está abierto al público, sólo se abre para eventos como bodas, bautizos y otras grandes celebraciones.
Mmmm…
No puedo dejar de pensar en uno de los postres más chocolateros que he probado, su nombre… imponente, inquietante y acertadísimo:
Muerto de chocolate
Disfruté en un tiempo inexacto, o tan exacto como fue el comprendido entre el primer y último bocado y es que el chocolate tiene esa gran virtud de sublimarte. Desde luego poco es mejorable en tan estupendo postre, a lo sumo, la bola de helado enjaulada, que quizá no esté a la misma altura que ese pedazito de cielo que han bautizado como «Muerto de chocolate»
Aunque ya estamos empezando una nueva crónica sobre un restaurante de forma caótica y desordenada, pero es que este postre es del más digno destaque.
Rebobinamos momentos atrás, tras llegar al restaurante, por cierto, ubicado en un lugar bastante escondido, dentro de la provincia de Barcelona, concretamente en la población de Lliçà de Vall, aunque muy apartado del centro de dicha población, lo encontrarás tras una larga recta que discurre bajo un gran arbolado, con colegios a ambos lados y que supuestamente te lleva a diferentes urbanizaciones del lugar.
Este restaurante, justo en el medio de una gran pendiente cuenta con dos parkings y varios salones, es el típico restaurante donde se celebran bodas, comuniones y eventos de empresa, cuenta con un diseño muy actual y con gran clase. Además al disponer de varios salones, algunos de ellos ubicado en un edificio contiguo, casi siempre encontrarás mesa, para poder comer su excelente menú entre semana. Aunque tras la pandemia, dicho menú dejó de existir al sólo abrir los fines de semana.
El salón principal, que ellos llaman «El Caliu», destaca por su amplitud, un conjunto algo majestuoso pues cuenta con un techo de no menos de 10 metros de altura en su parte más alejada, un techo compuesto por multitud de vigas de madera que crean una estructura muy peculiar, es como una gran jaula de madera.
Las mesas son amplias, mucho más que las de cualquier otro restaurante, inclusive si sois más de 4, no se por ejemplo 6 u 8 personas disponen de una grandes mesas redondas donde acomodaros, eso sí, si no llegáis a 8 personas quizá se queden un tanto grandes.
De menús en Can Cirili disponía de varios, antes destacaba el menú de entre semana, que desapareció tras la pandemia al abrir sólo los fines de semana.
El magnífico postre que encabeza el artículo y al que le dedico casi toda una oda, es un postre habitual del menú de fin de semana, así que entre semana se te negará tan magno deleite y deberás conformarte con otros postres menores.
Ambos menús difieren en precio y no tanto en cantidad al plato, ni en extensión de oferta o calidad del plato. La diferencia entre ambos precios va más allá de los 15 euros una vez elijas tu bebida, eso si no hay suplementos de por medio y es que inclusive el de fin de semana, aún siendo un menú algo más caro de lo habitual, al menos por la zona, y es que hablo de unos 27,00 eur. sin incluir bebida alguna, ni tan siquiera agua, ni café, se permiten además sobrecargar algunos platos con suplementos del orden de los 2 a 6 euros. Excesivo.
El menú diario tiene un precio de 15,80 eur. esta vez si que incluye bebida así como un pequeño vaso de cerveza acompañado de un puñado de patatas fritas chips con el que te obsequiaran para paliar la espera mientras te sirven. El café va aparte.
El servicio es raudo y atento, no pondrán malas caras al explicarte «de que va un plato» cuando su nombre por excesos poéticos no aclare de que va la vianda. Además los tiempos de cocina, esos que van entre que pides y eres servido son más que correctos, inclusive puntualizaría que las diferentes veces en las que hemos estado, entre plato y plato no deberás esperar más de tres o cuatro minutos, una gran virtud para un restaurante que a veces es capaz de dar cobijo a treinta o cincuenta comensales prácticamente de golpe, sobre todo un viernes a mediodía por allá las 14:00H cuando oficinistas, representantes y vecinos del lugar acuden a comer prácticamente a una misma vez.
No es la primera vez que visitábamos dicho restaurante, son varias ya las veces y los momentos que he disfrutado de Can Cirili. La última vez como primer plato me decidí por una fideuá de calamarcitos y mezcla de setas, no recibirás una gran cantidad pero desde luego que comiendo todos los platos del menú acabarás más que lleno. La fideuá no es realmente destacable, se queda en correcta y algo más, pero no la recomiendo como uno de aquellos platos imprescindibles si visitas el lugar. Realmente en otras ocasiones como primer plato me ha agradado más alguna de sus ensaladas, en especial la que lleva foié o inclusive la extensa parrillada de verduras que sirven.
Llegando ya a los segundos platos el nivel se incrementa, sea entre semana o en fin de semana, una de las veces en el menú de entre semana pude saborear un excelente salmón a la brasa como el de la foto, con un marcado al fuego fuerte, pero por dentro al perfecto punto, muy meloso, tal y como a mi me gusta, además de estar aderezado por una sabrosa salsa.
Otra mención destacada es la del bacalao al horno con alioli gratinado y salsa de tomate, apetitoso, es un bacalao fresco, o a como mínimo un congelado de excelente calidad, ya que son de aquellos bacalaos que al cortarlo sus llescas se separan limpiamente, se trata de una pieza no excesivamente grande pero con la que acabarás saciado a poco que la acompañes con un buen primero.
Para los más carnívoros hay otras opciones, desde unas carrilleras de cerdo al horno pasando por un típico entrecot, eso sí, este último te castigará con un suplemento de nada más y nada menos que 6 euros, y es que aunque la carne sea exquisita, elevará el precio del menú de entre semana por encima de los 22 euros y esta cifra desde mi punto de vista es ya del todo excesiva.
Los postres es quizá el momento de mayor indecisión pues créeme que en el restaurante Can Cirili lo bordan tienes platos típicos y otros bajo nombres indescifrables que requerirá de la atenta explicación del camarero, como el que te hemos comentado al comienzo del artículo. Entre ellos te destaco también el «Pecado de hojas relleno de crema y nata con chocolate y frutas del bosque«… pequeño aunque deliciosamente denso.
Desde luego el Can Cirili es un restaurante muy indicado para la celebración de cumpleaños y otros eventos, sean estos grandes eventos o pequeños y familiares y no solo por su excelente carta y buen hacer si no por el majestuoso local y la calidad de su servicio.
Toma nota:
Sólo abren los fines de semana
Av. Can Vilardebò, 1, 08185 Lliçà de Vall, Barcelona
Teléfono: 938 43 81 56
Web oficial: restaurantecancirili.com
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