Retroprueba: Ducati Monster 696

Retroprueba: Ducati Monster 696

Pommm pooommm poooommm poooonmmm pommm poooomese pulso, ese latido italiano que enamora.

Hay motos cómodas y suaves, motos fiables, motos agradecidas, motos rápidas y deportivas y luego están las Ducati.

Hace ya algún tiempo publiqué un artículo sobre la saga Monster de Ducati, ¿lo recuerdas? puedes leerlo >aquí< hoy me centro en una prueba dinámica sobre la que para mi es la moto más bonita de toda la saga Monster hasta la fecha, tal y como confesé ya en ese artículo anterior, esta no es otra que la Ducati Monster 696 que luce en ese inconfundiblemente intenso rojo Ducati en las fotos de por aquí al lado.

La 696 fue un modelo que vio por primera vez la luz por allá el 2008. Es decir, nada más y nada menos que 10 años atrás.

Ahora bien… pese a que 10 años a sus espaldas pueden resultar muchos a nivel estético, en la 696 no lo son, ni mucho menos. Sus líneas son prácticamente tan actuales como cualquier otra Ducati Monster que puedas comprar hoy en día.

Los cambios en el diseño estético son mínimos y los mecánicos son también más bien pocos. Además este capricho de moto salía equipada hasta las cejas. Quizá es la ausencia de ABS lo único que podamos echar en falta más de diez años después. Porque cosas como los controles de tracción y los mapas de motor, con 80 cv y este chasis tan afinado, dudo que hagan falta.

Durante la retroprueba, y mientras tomaba un delicioso café también italiano, escuché a dos chicos debatir sobre si mi Monster, era el modelo del año pasado o no. O sea que la miraban y dudaban en voz alta entorno a si era del 2017 o el del 2018. Esta pequeña 696, del 2010, aguanta tan bien el paso de los años como casi ninguna otro moto de su categoría.

Su predecesora fue la Monster 695 ahí si que hubo una auténtica revolución para llegar a esta Monster 696. Los cambios estéticos, mecánicos y funcionales sobre la anterior 695, esta vez si que resultan numerosos. Para empezar su nuevo faro, que abandona el faro totalmente redondo para pasar a ser un faro redondo pero bajo unas formas más modernas. La estética de ese faro se conserva hoy en día en las Ducati Monster actuales, nuevamente nada más y nada menos que una década después.

Enamorado de la Ducati Monster 696

Una estética de hace más de una década que hoy es actual

Lo confieso, sin reparos, que bonita es. La Ducati Monster 696 es una moto que fue lanzada al mercado en el año 2008 y se mantuvo en catálogo hasta el 2014. Una moto realmente longeva en producción, 6 años.

Su sucesora fue la 796 moto con la que convivió en la oferta de Ducati durante algunos años en el catálogo de marca Boloñesa.

Los cambios que aportó la 796 respecto a su predecesora, la bonita 696 de las fotos, fueron más bien pocos. Estos casi pasaron inadvertidos a excepción del precioso basculante monobrazo que aún le otorgaba una imagen más onírica de cómo debe ser una moto de estilo naked.

El motor de la 796 aún ganando hasta 100 cc en su cubicaje rendía escasos 7 caballos más. Ese era un pequeño incremento que unido a su mayor peso de 7 kilos pasaba inadvertido a sus mandos.

Puestos en faena y para valorar dicho incremento recurrimos al cálculo de cuántos kilogramos deberá arrastrar cada caballo de estos dos motores. Pues bien, tenemos que la 696 con 160Kg y 80cv nos ofrece 160/80 = 2 Kg por cada CV. En la 796 el peso asciende a 167 y la potencia a 87 por lo que no da 167 Kg / 87 cv =1.91 Kg por cada CV. La 796 anda más, aunque tan sólo un poco más, ya que sólo cuenta con una diferencia de potencia cercana al +4.5%

El motor de la Ducati Monster 696

La posición es mejorable te desliza hacia adelante

Es un motor de dos cilindros con disposición en V, en L para muchos por tratarse de una V a 90 grados.

Cubica 696 cc. y cuenta con inyección electrónica Siemens que cuenta con cuerpos de 45 mm y con la conocida distribución desmodrómica de Ducati.

La compresión es de 10.6:1 y que nos entrega un máximo de 80 cv. a 9.000 rpm con un par motor máximo de 50.6 nM a 7.750 rpm.

El conjunto se encuentra refrigerado por aire y aceite. Desde luego ese es uno de los secretos de su tan contenido peso, al carecer de radiador, ventilador y conductos su peso se queda en unos ligerísimos 161 Kg. de peso.

La respuesta del motor de la 696, superadas las 3.500 rpm es francamente suave, muy agradable al tacto. Agradable, eso sí si no has probado una Honda, y agradable a excepción del primer toque de gas.

Se nota más tras haber cerrado el grifo en la entrada de alguna curva, al salir el primer toque de gas te puede llegar a dar una sensación de que es impreciso si quieres hacerlo de forma suave y es que la 696 pide guerra.

Al final de cuentas el tacto es el de una Ducati en toda regla. Es decir, resulta ronca y bronca, con ganas de toser y de subir de vueltas para desperezarse. No es una moto fina, pero bueno, al final es tan bonita que acabas perdonándole casi todos sus fallos y fallitos, que no son pocos.

Se trata de un motor que entrega su potencia sin acusados altibajos en su rango de revoluciones aunque también tiene sus matices. Por debajo de 3.000 rpm. el par motor no es todo lo fuerte que uno desea y es que hasta bien pasadas las 3.000 rpm es un motor que vibra y se nota como que no está cómodo hasta las 3.500, es una Ducati.

Coceando abajo, sobre todo al pegarle un buen tirón de orejas. Desde esas de 3.000 a 4.000 rpm sube rápido y con una buena entrega aunque al asomarse por encima de las 4.000 parece que pierde algo de fuelle. Llega un momento sin par justo hasta llegar por encima de las 5.500. A partir de hay llega el momento en el que la pequeña 696 saca todo su carácter demostrando un comportamiento fabuloso para ya no volver a desfallecer hasta el corte.

Proporciona dos buenas patadas, la primera a las 6.000 y la segunda a las 7.500 rpm que sólo se acabará al llegar al corte del encendido ubicado algo por encima de las 9.000 rpm.

El sonido de admisión y escape que te acompaña, a poco que le achuches, es una de las cosas que más me gusta de esta Ducati Monster 696. Al abrir brama y al cerrar petardea por sus dos grandes y bonitas trompetas en aluminio mate ubicadas bajo bajo el colín.

El consumo, algo excesivo para esos 80 cv, y es que con su depósito de 15 L podrás realizar a lo sumo unos 250 Km. Y eso con una conducción aplicada al consumo, por lo que podemos decir que consume una media de 5.5 L a un ritmo muy tranquilo. Si vas a cuchillo se irá muy por encima de los 6, llegando a tocar los 7, y es que esta 696 es algo gastona. Aun así este motor diseñado hace más de una década cumple con la normativa de emisiones contaminantes Euro 3. Te recuerdo que en este pasado 2017 hemos estrenado la Euro 4 en motos.

En verano sus dos cilindros en L, o en V de 90º grados, con dos válvulas por cilindro, se muestra bastante caluroso y en verano puede llegar a molestar en la entrepierna.

La parte ciclo de la Monster 696

Los increíbles frenos delanteros de la 696

Excelentemente resuelta, con unos componentes de alta calidad, empezamos por su chasis multitubular de acero del tipo Trellis que le confiere una excelente rigidez.

Un chasis evolucionado respecto a la 695, siendo ahora más corto. En las Monster actuales dicho chasis se ha minimizado todavía más, y es que no llegan ya ni a media moto.

En todas ellas es el propio motor el que hace las veces de portante, pero que quieres que te diga, me paro a ver una actual 797 o 821 y yo lo prefiero el chasis más como en la 696. Son tan bonitos los entramados de tubos en ese color rojo tan Ducati.

Su basculante, que no es monobrazo como en su sucesora, la 796 está hecho en aluminio pintado de negro. Sólo en ese punto del basculante la 696 fue superada a nivel estético por la 796. Si bien en la práctica todos sabemos que un monobrazo requiere un mayor esfuerzo para el mantenimiento y las típicas operaciones de tensado y engrasado de la moto pues se debe utilizar un caballete específico.

Su horquilla delantera invertida tiene unas botellas de 43 mm de diámetro y 120 mm de recorrido. Por desgracia no es ajustable, están firmadas por el prestigioso fabricante Showa.

La amortiguación trasera recurre a un monoamortiguador Sach progresivo ajustable en precarga y extensión de 148 mm.

La trasera con su basculante de aluminio negro

Su suave embrague, bañado en aceite, y que además cuenta con sistema anti rebote, algo poco habitual en le época que fue lanzada al mercado.

Las llantas de tres palos firmadas por Marchesini son de aleación ligera, en tamaños de 17″ para cada rueda. Siendo sus medidas una 120/60 para la delantera y una ágil 160/60 para la trasera.

Los frenos, en principio podrías decir que son de gran calidad, firmados Brembo. Cuenta con latiguillos metálico en ambos trenes, como debería ser en toda moto que aspire a tener un comportamiento o imagen deportiva. Pero en la práctica no son tan redondos como parece ser y cuentan con algunos problemas endémicos como te contaré.

El freno delantero, impresionante, cuenta con unas pinzas radiales de cuatro pistones y unos gigantescos discos de 320mm que suelen resultar potentísimos. Su dosificación no es su mejor baza pues se muestran demasiado bruscos en el primer contacto para luego dejar más margen a la precisión.

A veces los notarás más o menos esponjosos y precisos, y es que realmente la cantidad de fuerza que debes ejercer varía de unas veces a otra. Quizá los líquidos de la unidad probada estarían algo caducados o quizá el sistema contendría algo de aire dentro de su circuito.

No pasó ni una semana que tras la primera prueba tuve la oportunidad de realizar una segunda ruta, pero esta vez con todos los fluídos hidráulicos recién cambiados, tanto los de los frenos delanteros como los del trasero y el del embrague… el cambio era notorio, habían desaparecido toda esa variabilidad en el frenado del tren delantero y ahora frenaba de una forma muy muy eficaz. El trasero al que se le había sacado aire tras cambiar el líquido y purgarlo adquirió ahora un mayor protagonismo. El problema vino cuando en menos de 2.000 Km la moto volvía a comportarse de la misma manera, no se como pero en esta 696 entra aire en los circuitos con demasiada frecuencia.

El freno trasero de la Monster 696 es un disco de 245 mm mordido por una pinza Brembo de 2 pistones que cuenta con un excelentísimo tacto.

La agilidad de la Ducati Monster

Enlazar curvas en una carretera de montaña es una delicia con esta pequeña Ducati, y es que la distancia entre ejes es de tan sólo 1.450 mm de longitud lo que unidos a su poco peso de 160 kg. la convierten en una ágil depredadora de curvas.

La Monster 696 con sus 80 cv te llevarán de curva a curva entre sordos bramidos típico de los motores desmodrómicos de la marca. Como enamora ese sonido, y esas vibraciones y ese despertar tan dulce aunque ronco, cuando llegas al garaje y la enciendes con el motor frío. En ese momento, como en cualquier otro moto deberás esperar a que su motor eleve algo la temperatura del aceite. Cinco minutos y a rodar.

Su chasis es rígido, muy rígido no se retuerce en curvas ni en fuertes frenadas. Da igual si cambias mientras están tumbando que la estabilidad del conjunto será siempre la misma, además su escaso peso te permitirá realizar cambios de dirección en cuestión de un zas, como no ayudada por su escaso peso.

La altura al suelo del sillín es de tan sólo 770 mm lo que la convierte en apta para pilotos de baja estatura.

La parte estética de la Ducati Monster 696

Un escape doble que suena celestial

La Ducati Monster 696 es como ya he comentado anteriormente una de las motos más bonitas jamás lanzadas al mercado. Si tú eres como yo, de esos a los que nos enamoran las motos del tipo naked, estarás de acuerdo conmigo, es preciosa.

Detalles excelentes como su chasis tubular de tipo trellis pintado en rojo.

Atrás sus dos grandes escapes están fabricados en ligero aluminio pulido y en color mate, ubicados a ambos lados justo bajo el colín, uno a cada lado.

Ofreciendo una bella estampa al dejar ver toda su rueda y su masivo basculante también en aluminio. Pintado a juego con las llantas en color negro de tres palos que acentúan su imagen de máxima ligereza.

Además cuenta con un muy bonito depósito que es recorrido en su parte central por una tapeta negra.

Además existe una bonita tapa colín, sólo en la versión plus, que la convertía en una moto monoplaza, Una monoposto como dirían los italianos, padres de esta bella criatura..

Con esta moto Ducati innovó en un aspecto que pocos conocen, su capacidad para metamorfosearse. Aunque no se realmente si Ducati fue la precursora, ya que parece que imitó a los coches «Smart». Como estos, en la 696 podías cambiar el color en cuestión de minutos intercambiando los plásticos de la tapa del depósito de gasolina y del guardabarros delantero. Así podías tener una moto roja con el chasis rojo o una bonita 696 blanca con el chasis también rojo.

Digo podías, pero de hecho hoy todavía puedes, después de 10 años de su lanzamiento. Existen a la venta esos juegos de tapas para el depósito de determinado color. Así poder cambiar el color de tu «vieja Monster». Eso sí el precio es caro, muy caro, como casi todos los recambios de Ducati. En el momento de escribir este artículo cada tapa sale a 291,44 euros más IVA (precio del 2018). Esto serán unos 705 euros con el IVA incluido, más 156,56 euros + IVA por el guardabarros delantero, total 705 + 190 = 895 euros.

Un precio alto por cambiar el color de la moto sin contar si llevas tapa colín, que también tiene un coste, así como el pintado del bonito chasis a conjunto.

Los extras de la versión +

La unidad de pruebas es la que corresponde al modelo normal pero que se le han instalado los extras de la versión plus o +, estos son, el la cúpula o cupolino delantero rojo y la tapa trasera del colín.

Por lo demás la moto es exactamente la misma, no existiendo diferencia alguna con el modelo que no es plus.

Los problemas de la Ducati Monster 696

Los marcadores 100% digitales de la 696

A esta moto podemos achacarle algunas pegas, su diseño aunque bonito, dista mucho de ser el más idóneo Ya que ergonómicamente hablando es pésima, acabarás con las partes nobles contra el depósito en más de una ocasión. La posición es por tanto algo incómoda aunque te acabas acostumbrando.

Otra pega quizá de mayor calado es el intenso calor que desprende uno de sus cilindros por la parte izquierda, localizado justo debajo de aquello que golpea en ocasiones con la pared del depósito, tus partes nobles. En verano es poco agradable, en cambio en invierno las tornas se cambian.

Como ya he comentado previamente al hablar de la parte ciclo los frenos aún siendo de gran potencia pecan de que fácilmente les entra aire en el circuito. Sobre todo al trasero y por este motivo deberás de ir purgándolo con cierta frecuencia.

Los retrovisores tienen una visibilidad bastante deficiente, no en cuanto a calidad si no en cuanto a funcionalidad. Aún siendo una moto muy orejona no se encuentran ubicados en una buena posición y se ve bastante poco a través de ellos. Si a esto además le sumamos que el conjunto vibra bastante, principalmente a velocidades por encima de las legales, tendremos unos retrovisores poco útiles.

Otras pegas que le he podido ver a la 696 son las típicas de aquella época, la no existencia del indicador de marcha que se puede perdonar, pero no tanto como la inexistencia de un indicador del nivel de combustible. Aunque si que dispone de una lucecita que te marcará el inicio de la reserva y un marcador de los kilómetros recorridos desde que se encendió.

Reparaciones típicas y mantenimiento de la Ducati Monster 696

Bella italiana roja

Te recopilamos alguno de los problemas y leyendas típicas de las Monster 696

¿Consumo de aceite de las Ducati Monster 696?

Algunos hablan de que Ducati consume aceite, y en concreto que la 696 es un modelo que consume algo más de aceite de la cuenta. Pues bien, tras rodar con esta moto durante bastantes kilómetros, comprobar y hablar con el propietario, esto no es así, al menos el consumo no es destacable, comparándola con otras motos de otras marcas. La moto no consume prácticamente nada de aceite.

Al lo sumo, me cuentan que durante algún verano caluroso de esos que el mercurio pasa de los 40º se le han añadido un par de chorritos cortos de aceite, poca cosa, unos 8 centilitros. Es decir ni una cuarta parte de lo que sería una lata de refrescos típica de 33 cl.

¿Aire en los circuitos de freno de la 696?

Sí, esto si que es algo muy común en la Monster 696, sobre todo en el trasero, freno que deberás purgar cada tres o cuatro mil kilómetros para que funcione con regularidad. El delantero aguanta algo más para también acaba volviéndose impreciso si no lo purgas y le cambias los líquidos cada poco tiempo.

¿Pierden tornillos las Ducati?

Sí esto, también es cierto, esta unidad, según nos cuenta su satisfecho propietario, «se deshizo» en marcha de diversos tornillos. Entre ellos uno de los dos tornillos que sujetan cada uno de los escapes, supuestamente por la vibración de tan solícito motor.

En otra ocasión perdió otro, uno de los dos que sujeta el faro delantero, un tornillo muy específico que me cuentan que costó 20 euros en una tienda oficial Ducati. Se trata de un tornillo con forma de peonza y partes de goma que hace las veces de silent block, supuestamente también se perdió por vibración.

Por último la pequeña Monster también se deshizo de uno de los dos tornillos de la plaquita de aluminio que protege a nuestras pantorrillas de abrasarse con los colectores que van del motor hasta el escape.

¿Son delicadas de embrague las Monster 696?

Pues se ve que sí, al menos la unidad de prueba.

El cambio de los discos de embrague, que en el modelo de la prueba nos cuentan que se tuvo que realizar con tan sólo 21.000 kilómetros en el odómetro tuvo un coste de 410 euros en un taller que no era de la marca aunque el mecánico es especialista en Ducati.

La campana del sistema anti-rebote del embrague contenía rebabas metálicas, supuestamente por una baja calidad en su fabricación que hacen que los discos se separen en fuertes aceleraciones y con ello que puedes sufrir un desgaste prematuro de los discos de embrague.

Reparaciones estéticas… por si se te cae… prepárate

Una simple caída en bajada, a poca velocidad pero que conlleve unos pocos metros de arrastrada te puede subir más de 2.500 euros, para muestra te diré que elementos que pueden parecer económicos no lo son, tan sólo la tapa de embrague, cuesta 450 euros más IVA, más mano de obra, cara no, carísima.

El sistema desmodrómico de Ducati

El cambio de correas, como en todo motor desmodrómico, representa un coste de mantenimiento extra, y no es barato, además este debe realizarse cada cierto tiempo, lo que en Ducati llaman el «Desmoservice», un servicio que debes respetar ya que dicen que la moto es bastante exigente con este sistema y que se deben cambiar las correas a los 24.000 Km o cada dos años, pues debes saber que si dichas correas se rompen, la reparación va a ser carísima y si no has realizado el cambio tal y como manda el servicio Ducati eludirá su obligación de reparación en garantía.

Algunos usuarios pasan de este requerimiento y han llegado a estirar las correas algo más allá de los 80.000 Km. quizá excesivo. quizá no, todo siempre depende del trato y mantenimientos que se le den a la máquina.

Los precios de segunda mano de la Ducati Monster 696

Esta moto ya no está a la venta, pero su precio llegó a alcanzar los 8.500 euros

El precio en 2018 por una del 2008-2010 sin ABS rondan los 3.500 a 4.500 dependiendo del kilometraje y del estado de la misma.

Si te vas a una Monster 696 más nueva, del año 2012 para adelante y ya con ABS, pues prepara entre 5.500 y 6.500 euros.

Pagar más de esas cantidades por una 696 ya pierde todo el sentido teniendo motos nuevas de esa cilindrada por esos mismos precios. Inclusive la Ducati Monster actual más económica, la 797 la tienes por 9.090 euros, eso sí, por lar normativa Euro 4, la 797 no sonorá tan redonda como esta 696… pommm pooommm poooommm poooonmmm pommm poooom