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Descargar Office en 2024

Office en 2024 es un lío

Lo de Microsoft con Office es un caso aparte, la verdad es que la estrategia de Microsoft no puede resultar más liosa para el usuario. Uno ya no sabe qué hacer para usar Office de forma legal.

Primero fue con las diferentes versiones de Office que incluían unos u otros programas y debías preguntar que era lo que estabas comprando, luego ha sido con el modelo de suscripción que se mezcla con el modelo en la nube.

Algunos documentos los puedes editar de forma gratuita desde la nube, como te permiten también sistemas ofimáticos como los de Google o iCloud de Apple, pero otros no podrás, bien sea por su tamaño, por su versión o ves a saber tú que.

Total que ahora quieres descargar Office 2024 en tu PC, sea pagando o gratis y no es posible, primero porque ha Office ha dejado de llamarse Office en uno de los mayores errores de Microsoft y luego por que no es en sí uan suite que descargas, pirata o legal, instalas y usas, no, ahora todo se ha complicado demasiado con Office y quizá ya es el momento de dar paso a otras opciones que al menos a mí se me antojan mejores.

Modelo de compra vs modelo de suscripción

Parece ser que en Microsoft han descubierto el chocolate del loro con esto de las suscripciones y su producto estrella, más allá del propio sistema operativo Windows, ha sido una víctima más de la «suscripstinización» a la que las grandes, compañías tecnológicas nos están abocando.

Hasta hace unos cuantos años atrás la suite de Microsoft, conocida como Office, se destacaba por su sencillez, pagar, descargar e instalar, con la compra tenías un conjunto de apps destinadas a la ofimática que resultaban bastante eficaces.

Pero ahora no, deberás pagar de forma anual, cada año que uses Office por el número de ordenadores que lo vayan a utilizar, es decir, que de la compra pasamos al alquiler.

Además, los precios de suscripción no son nada baratos, antes pagabas la compra completa para toda la vida con lo que te pueden costar dos años completos de suscripción hoy.

Cierto es que las actualizaciones de un producto comprado no van a ser infinitas, vale, pero casi es más cierto que tampoco precisas tener la última versión de Office para hacer exactamente lo mismo, redactar documentos de textos, informes, realizar hojas de cálculo y presentaciones PowerPoint.

Con un Office de 2023 hacías casi lo mismo que con un Office del 2024, aunque perdón, ahora ni tan siquiera se llama Office, si no que su nombre es Microsoft 365. Menudo despropósito este rebautizado de un producto estrella.

Office pirata

Cierto es que muchos conseguían descargar pirata el Office, o una versión de prueba que luego era pirateada al momento con sistemas de crackeo que generaban claves que ibas probando hasta que una de ellas funcionasen.

A parte del pirateo a base de cracks también estaban aquellas licencias de estudiante para departamentos de educación. Con una licencia repartían la misma a un montón de estudiantes, licencias que luego acaban en casas particulares para usos particulares.

Piratear Office siempre ha sido muy fácil, aunque ahora no lo sea en absoluto, pero también hay que decir que tiene otras alternativas que suelen incluso superar a la suite de Microsoft.

Alternativas de Office

Además, a Office de Microsoft le aparecieron competidores legales, algunos totalmente gratuitos como Libre Office, que en su día se llamaba Open Office y que a día de hoy sigue siendo la mejor opción disponible gratuita para tareas de ofimática.

LibreOffice el competidor de Office

LibreOffice funciona tan bien y de forma tan sencilla como el Microsoft Office que añorábamos de años atrás. Quizá por ello veo a LibreOffice como el verdadero competidor del Office.

Quizá el único punto débil es que no tiene una versión en la nube a través del navegador, y la edición de documentos se realiza en local, lo que a veces puede resultar incluso mejor.

Además, para aquellos que sean nube dependientes, cloudinómanos diría, siempre pueden recurrir a grabar los archivos en una carpeta de sincronización con la nube, como las de OneDrive en el caso de Windows, Mac o Linux, ya que OneDrive se puede ejecutar en cualquier de estos sistemas, o de iCloud en el caso de Apple, y acceder a editar dichos archivos en otros dispositivos, para modificarlos «en la nube».

Eso sí, para editarlos deberás tener instalada la suite LibreOffice en el dispositivo donde desees hacer la modificación, algo que no es necesario con las suites de Google Drive, Microsoft 365 e iCloud ya que permiten la modificación y edición de documentos mediante el navegador de Internet.

Aunque LibreOffice no cuente con demasiada buena fama entre los usuarios esto probablemente es debido a ser algo diferente a Office en su funcionamiento, cosa normal, de lo contrario sería un plagio, y es que parece que ciertos usuarios de Office sean recelosos de los cambios y no quieran adaptarse a ello.

Pues bien, esto también les pasará cuando tengan que pasar de una versión Offline de Office, de las de toda la vida de instalar, a la nube, el cambio es incluso más acusado.

Dejando de lado el manejo de la aplicación LibreOffice, en cuanto a funcionalidades y posibilidades aque nos ofrece LibreOffice, créeme que no se puede pedir más.

He estado realizando pruebas con diferentes documentos, tanto documentos de texto como hojas de cálculo y en todo momento LibreOffice ha funcionado de forma ejemplar, además lo he realizado desde diferentes sistemas operativos, con macOS y Windows y debo decir que no he encontrado problema alguno ni diferencias entre el uso de un sistema y otro a la hora de trabajar con LibreOffice.

Competidores en la nube de Office

Claro que el enemigo número de Office no ha sido LibreOffice, si no que el problema, o, mejor dicho, el lío de Office llega verdaderamente con la irrupción de la nube, donde Microsoft es de suponer no quería perder la comba con sus nuevos competidores, que no son otros que las aplicaciones en la nube como la suite de Google conformada por Google Docs, aunque actualmente se llame Drive? También es en parte un lio.

Pero claramente lo de Microsoft es peor, ahora dispone de productos para casi cada ocasión y lo hace con un nombre demasiado parecido, por un lado, tiene la suite de siempre, pero que no es como siempre, ahora no puedes comprarla, descargarla e instalar sin más, ya que han pasado a un modelo de «suscripción», esto significa que tendrás que pagar de forma periódica para utilizar las apps de Microsoft.

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Podrás ver, pero no modificar ni guardar en la versión «Gratuita»

Aunque eso es en parte así, tampoco lo es en su totalidad, ya que si utilizas su suite denominada Microsoft 365, así sin el apelativo de Office, tendrás acceso a todas las apps de Office, pero en la nube, desde tu navegador.

A ver… creo que trabajar en la nube es más seguro y fácil que trabajar archivos de forma local, ¿no lo crees tú también? y es que si dejamos a parte los infundados miedos de que la nube se va a romper, o la van hackear, y comparamos la seguridad que puedas tener en tu ordenador con la seguridad que Microsoft pueda tener en sus servidores en la nube, créeme que ellos serán mucho más seguros y precavidos que tú.

Quizá tú ni recuerdes dónde tienes las copias de seguridad de tus datos personales y documentos, o no sepas a ciencia cierta desde cuando no realizas una copia de los mismos. Microsoft seguro que tiene un departamento, qué digo uno, varios, dedicados a la copia de seguridad en diferentes ubicaciones, bajo diferentes sistemas de forma que puedan garantizar que no se pierde absolutamente nada, ni un documento ni un dato de los mismos.

Así que yo pienso el ¿Por qué voy a pagar por trabajar localmente cuando la nube es gratis y es mejor?

Microsoft 365

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Microsoft 365 es un pack que incluye las apps habituales de Office

Dentro del monumental lío que ha montado Microsoft, en la actualidad puedes descargar los programas de Office en tu ordenador uno a uno o instalar el denominado Microsoft 365, sin el apelativo «Office de por medio» y utilizarlos gratuitamente pero sólo en modo lectura, así que nada de crear nuevos documentos, modificar los existentes ni mucho menos guardarlos, tendrás un mensaje en la parte superior para que pases a la suscripción de pago.

Por tanto, podemos decir, con cierto miedo a equivocarnos, que Microsoft 365 es un modelo de pago por suscripción que puede instalar aplicaciones localmente.

Sus precios parten de los 24 euros anuales para us paquete más básicos, pero según la propia publicidad de Microsoft esto no te dará derecho a instalarte las aplicaciones en tu PC si no que únicamente podrás editar los documentos con su versión web, la cual está limitada, como las aplicaciones móviles, donde créeme que no se trabaja cómodo en absoluto, ya me dirás modificar documentos con muchas páginas desde la pantalla de un móvil o tableta con teclado virtual táctil.

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Muy caro existiendo versiones gratuitas

Pero nos estaríamos equivocando y de lleno ya que, si accedemos a Microsoft 365 desde el navegador web, tendremos acceso gratuito a la suite ofimática de Microsoft.

El acceso se realiza desde la dirección: https://direccion.online/a0clw

Trabajar en la nube puede implicar algunas limitaciones, muchas de ellas impuestas por el fabricante del software que rige esa aplicación en la nube.

En las pruebas realizadas para este artículo he intentado editar un libro con la versión de Microsoft 365 gratuito, un libro que estoy escribiendo en Google Docs, también una suite en la nube gratuita, sobre el sistema operativo macOS.

Me lo he descargado localmente desde Google Drive en formato .docx que es digamos el formato compatible con Word 2010, uno de los más reconocidos por casi cualquier programa, lo he abierto localmente con LibreOffice en mi Mac sin problema alguno y ahí te das cuenta de lo bien que va la suite gratuita mencionada.

Pero el objetivo de este artículo es probar Microsoft 365 e intentar sacar algo claro del lío en que Microsoft nos ha metido a todos.

Así que que debí descagarlo en mi ordenador para posteriormente subirlo a la nube de Microsoft, ya que una de las limitaciones y líos de esta versión de Office, que no se llama Office es que no permite abrir archivos ubicados en nuestras carpetas locales del PC o Mac, sino que hay que subirlas primero a la propia Microsoft 365, que creo que es OneDrive, un lío más.

Si bien la subida de archivos a Microsoft 365 es sumamente sencilla, pinchas el documento desde una pestaña del explorador de archivos o del Finder en el caso del Mac, incluso desde las propias descargas y lo sueltas en la carpeta que desees dentro de una ventana del navegador donde tentas la carpeta abierta de OneDrive, por supuesto puedes hacer lo mismo entre dos carpetas del explorador o del Finder siempre y cuando una de ellas sea una carpeta de OneDrive.

En cuestión de segundos esta aparecerá en la ventana de navegador de onedrive desde donde la podrás abrir y proceder a editar, eso sí cuidado si los archivos son grandes.

He probado con diferentes archivos, algunos de 25 Mb, que vienen a ser más de 100 páginas en tamaño din A4 escritas con una tipografía Arial de tamaño 11.

El archivo que me ha fallado ocupa bastante más, concretamente 109 megabytes, y tiene muchas más páginas e imágenes incrustadas.

Con el archivo grande tras varios intentos de subida, no he podido abrirlo de ninguna de las maneras. Luego al cabo de unos días, miro en los directorios de la nube de Microsoft 365 y lo veo allí, incluso duplicado, supongo que la duplicidad es debido a que intenté subirlo dos veces sin recibir feedback de Microsoft 365 conforme la subida se había completado.

Cuando seleccionamos un documento de gran tamaño, como este de más de 100 Mb, Word lo abre en una especie de «visualizador» sin opciones de modificar.

A la derecha y bajo el botón de «Comprar Microsoft 365» dispone de un botón desplegable de «Editar documento» el cual nos debería permitir editar dicho documento desde el navegador o abrirlo desde la aplicación de escritorio de Word, esta decisión que debe tomar el usuario es de nuevo un elemento más de fricción y que me lleva a confirmar una vez más la complejidad del producto ofimático de Microsoft, un producto que para empezar me gustaría poder llamar «Office» pero que ni tan siquiera se llama así.

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¿Compras, editas, o editas con qué?

Menudo lío y ganas de complicar las cosas.

Así que ahora al intentarlo abrir desde el navegador me muestra un mensaje conforme es demasiado grande sin especificar límite alguno en dicho mensaje.

Me permite o bien abrirlo en modo lectura, donde no podremos hacer modificación alguna o bien «Abrir en aplicación de escritorio», si selecciono este botón curiosamente en el Mac me lo ha abierto con LibreOffice ya que no tengo instalada Office en él, sí que tengo Pages, de la suite de Apple, pero parece que el Word online del Microsoft 365 también prefiere LibreOffice.

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¿Demasiado grande para Word online?

Si bien, y voviendo al Word online y su mensaje en su uso con archivos de menor tamaño la experiencia ha sido excelente, no sabría decirte hasta que tamaño máximo de archivo soporta sin problemas, pero he probado la apertura de archivos de hasta 25 Mb. sin problema alguno.

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Editando viejos archivos de menos de 25 Mb.

Apps de Microsoft gratis

Como apunte, comentar que no no todas las aplicaciones de Microsoft son de pago, aunque puedan tener versiones «especiales» grandes y extendidas de pago, por ejemplo OneDrive te da 5Gb gratis para que almacenes tus documentos y los puedas editar con la suite gratuita desde la nube, hablando de la antigua suite de Microsoft Office tenemos además alguna app sin limitaciones como OneNote que es gratuita.

Si no sabes que es OneNote, pues bueno, una aplicación para la gestión de notas multidispositivo que se encuentra disponible para diferentes sistemas operativos y que permite gestionar dichas notas de forma sincronizada con la nube gracias a la cuenta de usuario de Microsoft.

En mi uso personal lo he estado utilizando, pero francamente no funciona bien, he probado muchas aplicaciones de notas, entre ellas Evernote y Google Tasks, además de «Notas» de Apple en profundidad, pero sinceramente a todas les falta algo, quizá donde más fallan es en el uso multidispositivo, donde veo algo que me llama poderosamente la atención en el móvil, lo añado a «tareas» y luego completo dicha tarea desde el PC.

Esto es algo que parece que voy a poder conseguir solucionar con Notion, un programa al que le dedicaré un artículo más adelante cuando ya sea todo un pro en su uso.

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