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Viajar en bici por la ciudad

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Por todos es sabido que ir en bici es beneficioso para nuestra salud. Es uno de esos deportes que los médicos o especialistas aconsejan que practiquemos todos nosotros: desde el más pequeño (porque es muy divertido) hasta al más grande. Vamos, que cualquiera es apto para practicarlo.

Del mismo modo, además de ser beneficioso para la salud, también nos resulta placentero viajar en bici ya que disfrutas viendo el paisaje mientras vas moviendo tu cuerpo.

Podría decir que incluso vas contemplando el paisaje mientras vas pedaleando a tu ritmo. Y de paisajes hay muchos que admirar, aunque en este caso vamos a hablarte del paisaje urbano, ya sabes: los edificios de tu alrededor, la gente de tu alrededor, los vehículos de tu alrededor…

Ventajas e inconvenientes de ir en bici por ciudad

Sí, sí, vamos a contarte las ventajas e inconvenientes de viajar en bici por la ciudad. No te hablaremos de las escapadas al campo o a la montaña, porque eso es harina de otro costal (como diría mi madre). Sino que te vamos a explicar las ventajas e inconvenientes que tiene circular en bici por la ciudad.

Así, a bote pronto me vienen varias ideas. Por ejemplo, ir en bici es ventajoso porque es más: rápido, práctico, sano, ecológico, no contaminante, contagioso, adictivo, familiar (padres con niños a bordo), y un montón de cosas más…

En cuanto a los inconvenientes, la verdad es que destacaría solamente dos. Hay que reconocer que circular en bici por ciudad puede ser un deporte o afición realmente peligrosa para el que lo practica, es decir el ciclista, pero sobre todo también para el peatón urbanita.

Si bien es cierto que deberíamos potenciar la práctica del ciclismo porque consideramos que aporta beneficios saludables, además de ser un medio de transporte limpio y ecológico, deberíamos también valorar el uso que hacemos de este artilugio de dos ruedas. Sobre todo cuando lo utilizamos en ciudad.

Uno de los mayores inconvenientes que nos encontramos cuando vamos caminando por las aceras de nuestra ciudad es el hecho de ir esquivando a los ciclistas que también van circulando por ellas. Realmente este es un serio problema, de hecho ya han tenido lugar varios accidentes de atropellos por parte de los ciclistas a los infortunados peatones, aunque este dato parezca asombroso.

Los colectivos más vulnerables son los abuelos y los niños. En el caso de las personas mayores, estos no poseen la agilidad suficiente como para ir esquivando a los ciclistas, y tratándose de los niños, en la mayoría de los casos se mueven tan rápido que a menudo cuesta controlarlos, y hacer que permanezcan a tu lado en todo momento.

Entiendo que muchos ciclistas suelen circular por las aceras porque desgraciadamente las calles o carreteras actuales de nuestras ciudades carecen, con frecuencia, de carriles específicos y concretos para que los ciclistas puedan circular por ellas. Este es un motivo importante, aunque también se presentan otros, como pueden ser el incivismo, la falta de prudencia, o la comodidad de ir “encubierto”. Sea cual sea la causa, habría que hacer una revisión y sentar las bases para que tanto el ciclista, como el ciudadano de a pie puedan circular libremente por la ciudad sin temor a que su integridad física pueda resultar dañada.

Al igual que los tiempos van cambiando y cada vez somos más conscientes de las necesidades de nuestro planeta en términos ecológicos. A la vez que intentamos utilizar menos productos contaminantes, nos alimentamos más sano y nos cuidamos más, pues también podríamos extrapolar estos cambios al uso que hacemos de nuestras ciudades en términos de movilidad y seguridad.

Deberíamos encontrar una  solución para que tanto los ciclistas como los peatones urbanos estén más y mejor protegidos cuando circulan por las calles de cualquier ciudad. En este aspecto es crucial el tipo de convivencia con el resto de los vehículos que utilizan nuestro asfalto.

Estoy hablando de los coches, motos, furgonetas y autobuses que invaden nuestras ciudades. Sería necesaria una concienciación global sobre la forma en que usamos nuestro suelo urbano. Entiendo que si estos grandes medios de transportes motorizados respetaran un poco más a las bicicletas, los ciclistas se sentirían más cómodos y seguros circulando por las calles, y dejarían de hacerlo por las aceras. De ese modo, el peatón se sentiría liberado de tener que ir esquivando a nuestros vecinos los ciclistas.

Así que, recapitulando un poco, circular en bici por ciudad tiene sus ventajas e inconvenientes. Como ya hemos dicho, ir en bicicleta es más rápido, práctico, sano, ecológico y no contaminante, pero al mismo tiempo, puede ser también más peligroso en función del uso que le demos.

Entonces, con todo lo que hemos dicho hasta ahora podemos concluir que, ¿es aconsejable el uso de las bicicletas en las grandes ciudades? Pensamos que sí, cómo no, pero mejor si es con precaución, ¿no? “amigo ciclista».

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