En la actualidad al ir a comprar una placa base para un procesador Intel uno tiene mucho donde elegir, y por ello también, mucho en lo que equivocarse.
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Si estás leyendo este artículo probablemente estés pensando en la compra de un nuevo PC o casi más en la actualización de tu viejo PC a una versión más moderna.
En este artículo te hablamos de los diferentes chipsets que existen para los procesadores de generación 12 y 13 del fabricante Intel.
El zócalo para procesador Intel LGA 1700
El zócalo es el conector de la placa base donde vamos a insertar nuestra nueva CPU o procesador central.
Estos procesadores suelen conservar su formato durante al menos dos generaciones, me refiero a medidas de ancho, largo y alto, así como las conexiones de la CPU.
Gracias a la uniformidad del zócalo entre dos generaciones de procesadores o más una misma CPU se puede utilizar en diversas placas base que tengan un zócalo compatible, y viceversa.
En este último caso por ejemplo podemos comprar un procesador Core i3 o i5 para un zócalo determinado para más adelante adquirir un i7 y así incrementar la potencia y la vida útil del mismo.
En el caso de las CPUs de la generación 12 de Intel, conocidos como los Alder Lake, así como la generación 13 o Raptor Lake, el zócalo es el denominado LGA 1700.
Generaciones anteriores como la 11 no son compatibles con este zócalo LG1700 ya que su especificación era para los zócalos LGA1200.
Esto implica que si tienes una CPU de generación 10 o 11 y quieres actualizar tu equipo deberás adquirir también la placa base.
¿Qué es un chipset?
El conjunto de chips que contiene la placa base y que determina muchas de las características finales que tendrá tu PC viene dado por el denominado chipset que existe en diferentes versiones.
De alguna forma y atendiendo al gráfico que te dejo por aquí al lado, el chipset es el encargado de comunicar el procesador con el resto de componentes del equipo.
Esto sería la memoria RAM, los buses de datos que llevan información a la unidad de almacenamiento de la memoria así como los datos hacia la tarjeta gráfica, la lectura de los puertos de entrada como el teclado, el ratón , etc.
En este sentido casi cada generación de procesadores sale a la par que un chipset nuevo, para así de esa forma aprovechar las novedades que el chip puede incorporar.
¿Utilizan el mismo chipset los procesadores AMD que Intel?
No, son conjuntos de chips diferentes, con especificaciones diferentes.
Si bien a fin de cuentas permiten hacer lo mismo y soportan tecnologías similares, pero tanto el fabricante de los chips como su interior son diferentes para adaptarse a los requerimientos de cada uno de los fabricantes.
Los diferentes chipsets Z690, H670, B660 y H610
Vamos a ver las diferencias entre los diferentes chipsets que podemos encontrar en la actualidad para procesadores Intel de generación 12 y 13.
En otras palabras, los cuatro chipsets que utilizan los procesadores Alder Lake y Raptor Lake.
En el overclocking de CPU está la diferencia
Las placas que incorporen especificación Z690 se diferencian del resto en que pueden aplicar overcloking en la CPU y en la memoria, mientras que la H670 y la B660 únicamente lo pueden hacer en la memoria.
Los chipset H610 no permiten ningún tipo de overclocking. Así que si no estás pensando en realizar overclocking puedes ahorrarte una suma de dinero al elegir una placa que no tenga el chipset Z690.
Esto del overclocking es algo que está sobrevalorado, y que además puede acortar la vida de los componentes ya que no fueron desarrollados para trabajar a esas frecuencias, así que teniendo en cuenta que la CPU es junto con la gráfica uno de los componentes más caros y que la ganancia que obtienes es a lo sumo de un +10% considero que o bien te sobra el dinero y no te importa la temperatura y el ruido generado o mejor te quedas con las frecuencias de stock, de fábrica.
No es tan así en cuanto al overclocking de memorias, que permite más margen y que en equipos destinados al gaming se suele aplicar de una forma mucho más generalizada.
En cuanto a la memoria, y esto es algo que no va relacionado con el chipset, en las especificaciones de la placa base deberá decir si tiene soporte para DDR5 o DDR4. A día de hoy las DDR4 de calidad siguen siendo una excelente opción y más económica, sin además repercutir de forma significativa en una diferencia prestacional con las DDR5, tanto en la generación 12 como en la 13, es apenas inapreciable.
Otro dato que uno debería fijarse antes de decidirse por una placa u otra es el número de slots de memoria, muchas placas cuentan con únicamente dos, lo que fácilmente nos llevará a adquirir una configuración de 8 o 16 Gb, pero que nos limitará en el futuro su ampliación, yo lo tengo claro, cualquier placa base que adquiera debe tener 4 slots.
En este sentido comentar que dependiendo del fabricante este número de slots te lo mostrará de una forma más fácil y directa o no, a veces podemos guiarnos por las fotografías del producto, pero lo mejor es con el modelo exacto de la placa dirigirnos a la página oficial de la misma, sea Asus, Gigabyte, MSI o cualquier otra, y allí buscar el modelo y asegurarnos del número de puertos así como del resto de especificaciones.
Quizá por este último motivo, las placas H670 y B660 serían las que recomendaría para cualquier persona que quiera lo más de lo más pero que quiera poder sacarle algún FPS extra en juegos sin tener que pagar un sobreprecio, y es que en este sentido las B660 las puedes encontrar a un precio muy parejo a las H610.
Z690 y H670 para PCs con dos tarjetas gráficas
Otra de las diferencias es que los modelos de chipset más alto, el Z690 y el H670 soportan una configuración PCIe 5.0 de 1 x 16, o de 2 x 8, lo que a la postre permite que el PC pueda trabajar con dos tarjetas gráficas PCI simultáneamente, aunque repartiendo el ancho de banda.
Esto sólo nos aportaría en el caso de un sistema de diseño de CAD con más de una gráfica, cosa poco habitual para la mayoría de los lectores de tiroriro.com
Lectura de disco más rápida en B660, H670 y Z690
La H610 se queda atrás al no ofrecer PCIe 4.0 para conectividad de unidades m2 y NVMe, lo que dará lugar a que las unidades que podamos conectar a su conector interno no tengan un rendimiento tan alto como en el caso de la B660, la H670 y la Z690.
Esto es de por sí un elemento más de descarte para el modelo más básico, el H610 y es que a menos que cueste la mitad, yo prefiero tener PCIe 4.0.
En este mismo sentido prefiero las placas que permiten el uso de dos unidades m2 o NVMe internas, y este es una de esas cosas que me haría decantarme entre dos placas similares si la diferencia de precio no asciende más allá de los 30 euros.
Con dos unidades tienes la oportunidad de comprar en el futuro, en unos años y cuando su precio sea más óptimo una unidad NVMe de 2Tb para poder almacenar tus programas y juegos sin apuros.
El número de puertos SATA es el doble en las Z690 y H670
Los puertos SATA son los que nos permiten conectar al PC un mayor número de discos duros, siendo un máximo de 8 para los chipset Z690 y H670, mientras que la B660 y la H610 se quedan con un máximo de 4 unidades SATA.
Si bien puedes pensar que con 4 es más que suficiente, y seguro que esto es así, también puedes ser de ese tipo de usuarios que arrastra discos duros de equipo a equipo como unidades complementarias, siempre instalando una nueva y rápida unidad para el sistema, en ese caso, puede que los 4 puertos se te queden cortos, pero vaya, también será una limitación escasa, ya que siempre puedes recurrir a ponerlos en una caja externa y utilizar el rápido USB 3.2 que incorporan estas placas.
Almacenamiento en RAID
Si el destino de estas placas es el de montar un servidor con ellas, aquí sí que tendremos diferencias pues son las placas Z690 y H670 las únicas que tienen soporte RAID 0, 1 y 5 mediante el bus PCIe.
El RAID, para aquellos que no sepan es un sistema por el cual tenemos la posibilidad de grabar de forma más segura o rápida la información.
En cuanto a la seguridad, es porque el RAID puede de forma simultánea y sin pérdida de velocidad alguna grabar la misma información en dos discos o unidades diferentes de forma que en el caso de que fallase uno tenemos una copia a tiempo real en el otro.
Los tipos de RAID destinados a velocidad, dividen la información en los dos discos, de forma que al leerlos casi se suma la velocidad de ambos para ofrecer unas lecturas increíblemente rápidas.
Por último tenemos los RAID que combinan 4 unidades o más para ofrecer las opciones de seguridad y velocidad multiplexada en varios discos.
Cantidad y velocidad de puertos USB
El número de puertos USB estándar los 2.0 de toda la vida que son de baja velocidad, para las placas de gama alta es de 14, siendo de 12 para las B660 y de 10 para la H610, lo cual es más que suficiente.
En cuanto a puertos USB 3.0 con velocidades de 5Gbps, es decir los que comienzan a ir más o menos rápido, tampoco resultarán un problema.
La diferencia viene en cuanto a los más rápidos puertos USB 3.2 Gen 2×2 que permiten hasta 20 Gbps de velocidad máxima, aquí es donde la Z690 ofrece soporte para 4 puertos, siendo de 2 para la H670 y la Z690 y de ninguno, tendrás que conformarte con 2 USB 3.2 Gen 2×1 a 10 Gbps para la H610.
En resumen, la H610 se queda a 10Gbps así que si tenemos pensado adquirir alguna unidad externa de alta velocidad ya vamos descartando la placa base de gama más baja.
Ancho de banda entre la CPU y el chipset
Aquí tenemos una de esas diferencias que no aportan, me refiero entre las más caras Z690 y H670 que comparadas con las B660 y las H610, tienen más líneas de datos DMI.
Las primeras utilizan 8 DMI por 4 de las segundas.
Sin embargo este cambio de líneas DMI, que es del doble y aparentemente puede dar lugar a descartar a un modelo de chipset u otro, en la actualidad y con los zócalos LGA1700 no representa en la práctica mejora alguna de rendimiento y es que con 4 DMI es más que suficiente.
Comprar un Intel Core i5 de generación 13 o un i7 de 12
Puede ser que quieras optar por un flamante Intel de la generación 13, eso siempre será lo mejor, aunque el sobreprecio con el que salen los nuevos procesadores al mercado muchas veces no justifican esa gran diferencia de precio.
Tanto es así que posiblemente te estés planteando en comprar mejor un i7 de la generación anterior que un i5 de la nueva generación, y es que dependiendo del tipo de trabajo que vayas a desempeñar puede resultar más rentable tanto en precio como en rendimiento, aunque claro, no siempre será así.
Si por ejemplo tu fin es el de jugar a videojuegos un i5 será más que suficiente y es que con 6 núcleos y 12 hilos irás más que sobrado, disponer de un mayor número de núcleos e hilos como te aporta un i7 es algo que te adelanto que no vas a notar, en ocasiones las diferencias, si existen serán de 1 FPS, pero a veces ni eso, incluso un i5 puede rendir en juegos más que un i7.
En cambio si el destino de tu nuevo PC o actualización es el renderizado de imágenes 3D o la edición de vídeo 4K, pues bueno, entonces sí que justificas el i7 en cualquiera de los escenarios. Ojo, que esto no significa en absoluto que el i5 no sea capaz de acometer estos trabajos, por supuesto que sí, pero en un renderizado de una animación 3D, en lugar de conseguirlo completar en una hora y veinte minutos, el i7 será capaz de acabar unos 15 o 20 minutos antes.
No es una gran diferencia, pero si es tu trabajo diario y haces constantemente renders ese 20% extra de velocidad en los renderizados será algo de agradecer.
Conclusión sobre que chipset recomiendo
Esta vez más que nunca recomiendo las B660 en lugar de las opciones más caras, descartando por completo las H610 por no ofrecer PCIe 4.0 para las unidades SATA, eso sí a salvando la diferencia de precio siempre son mejores las Z690 y H670 en el caso de que quieras hacer overclocking a CPU y conectar un gran número de unidades de almacenamiento interno.
Pero como ves, con una B660 vas sobrado.