El Champanillo es un bar de bocatas y tapas económicas muy animado, sus precios son muy económicos y su calidad es muy buena, la bebida, los bocatas y los pequeños platos de tapa salen a miles de su cocina para llegar a las repletas mesas de comensales.
En la actualidad el Champanillo cuenta con cuatro locales distribuidos en diferentes poblaciones catalanas, todas ellas ubicada en la demarcación de Barcelona. Nosotros hemos estado en el Champanillo de Calella, cerca, muy cerca de mar, en el de Cardedeu pero existen en muchos otros lugaros como:
Barcelona, Calella de Mar, Cardedeu y Mollet del Vallés
El local varía en dimensiones y distribución obviamente dependiendo de la localidad, pero algunos de ellos como el de Calella son amplios, con diferentes salas, una cercana a la barra otra inferior y cubierta y una gran terraza con un gran bullicio y una excelente animación.
En mis visitas puede comprobar que la gente sale del local contenta y con el estómago satisfecho del local, este tiene un algo estival y festivo, al menos el Champanillo que más hemos visitado el de Calella.
Destaco algo curioso pues el funcionamiento de este bar difiere en cuanto a otros baretos de tapas, aquí debes ir tu a la barra, hacer cola, aunque debo decir que los camareros son extremadamente rápido, los que pagamos a veces no, que si buscando moneditas para evitar cambio, que si no me llega, que si tal que si cual.
El funcionamiento del Champanillo para pedir el tapeo se asemeja más a la de cualquier FastFood que a la de un bar de tapas, pues las mismas no están expuestas bajo un cristal si no en foto en unos grandes paneles, obviamente además de estar en la carta. Bueno, a lo que íbamos, a por la teca, una vez en la barra eliges todo lo que desea vuesa merced zamparse y una vez pagado te dan una especie de banderín con un número y una buena base de forma que lo coloques visible en la mesa que vas a comer. Al rato un camarero irá con las tapas buscando tu número y te lo servirá. Es decir en ningún momento le podrás decir al camarero, una cerveza y otra de bravas más, y este te la traerá, no, en el Champanillo deberás ser tú el que te levantes vayas a la barra y pidas tu cerveza para luego volver a tu mesa y esperar a que te sirvan. Esto sin lugar a dudas será una pega para muchos.
Las tapas están bien en sabor, aunque las bravas flojean bastante, patatas son, si bien el resto como he dicho son más que correctos sin llegar a ser un alarde en nada. La cantidad por eso es demasiado justa y deberás pedir o dos de cadas o un completo surtido para poder comer con garantías de no tener nuevamente hambre pasado un rato.
Los bocadillos los sirven en una especie de cesto o canastillas, tienen su que, el pan es normalito pero por ejemplo el bocata de serranito lo encontré excelente de sabor.
La bebida, aquí lo que se estila es el auténtico champanillo, es decir una especie de cava rosado dulzón, de ese tipo de alcohol que se sube rápido a la cabeza, la calienta y la confunde… más o menos como la sangría en jarra que también sirven, sin olvidar la cerveza en jarra para regar un buen plato de tapas, la verdad es que resultará mucho más barato pedir jarra que no ir pidiendo cervezas por unidades, además que recuerda que si vas pidiendo mediana a mediana deberás levantarte y esperar tantas veces como repitas.
Los precios del Champanillo son junto con alguno de sus bocatas lo mejor del local, realmente es más económico que otros bares de tapas, bocatas o comida rápida, a decir verdad esa diferencia a poco que seáis varios se nota y bastante al pagar la cuenta. Sin ir más lejos, una jarra de cerveza que te dará para cuatro o cinco vasos sin apuros te costará 3,50 euros. Una jarra de sangría 6,00 euros. Un bocata de frankfurt 2,30 euros, un serranito con lomo, pimiento y jamón 2,60 euros. Una tapa de bravas o una de calamares 2,20 euros.
Datos:
Barcelona, en la plaza Dr. Letamendi, 37
Calella de Mar, calle Jovara, 148
Cardedeu, calle Hospital, 20
Mollet, plaza Mayor, 24
