Los cómics, tal y como los conocemos en la actualidad poseen una historia reciente, parece ser que aparecieron a finales del siglo XIX y principios del XX tanto en Europa como en Estados Unidos.
No obstante, aunque es un tipo de arte bastante contemporáneo los eruditos en el tema afirman que el origen se remonta a muchos siglos atrás.
Bienvenido a los cómics
Sí, sí, como hemos dicho, el origen de los cómics se remonta a tiempos “inmemoriables”. Uno de sus referentes lo podemos encontrar en la antigua lengua egipcia en la que a través de la escritura jeroglífica ilustraban sus mitos mediante el dibujo de jeroglíficos que plasmaban sobre hojas de papiro, o bien sobre murales o componentes arquitectónicos.
También encontramos otro referente de los cómics en los retablos medievales, mediante los cuales se explicaban historias acaecidas en el pasado; incluso encontramos ejemplos previos en los dibujos de las antiguas civilizaciones precolombinas.
Aunque parezca increíble, los ejemplos que hemos empleado anteriormente nos sirven de referentes clarificadores de lo que actualmente conocemos como cómics.
Pero, si lo que pretendemos es situar un inicio concreto de este singular arte debemos viajar a Norteamérica a principios del siglo XX. Tanto allí como en algunos países europeos los cómics empezaron a visibilizarse en las publicaciones diarias de los periódicos, de esa manera este arte se popularizó rápidamente llegando a todo tipo de personas. Incluso en Estados Unidos empezaron a editarse los conocidos comics books o revistas de cómics, creando el precedente de los cómics tal y como las conocemos en la actualidad.
¿Qué es un cómic?
En rasgos generales, un cómic es la plasmación de una historia a través de una sucesión de imágenes que suelen ir encuadradas en unas viñetas. Estas imágenes se acompañan de un pequeño texto mediante el cual se añade más información a la imagen representada, o bien también nos puede servir de ayuda para interpretar la escena que estamos viendo. Otro tipo de cómics son las historietas mudas, que son aquellas en los que el texto suele brillar por su ausencia.
Entre sus principales características destaca: primero la celeridad con la que se suceden las historietas, ya que básicamente son narraciones rápidas. Segundo, el tipo de lenguaje utilizado para explicar los acontecimientos suele ser bastante coloquial. El uso de expresiones populares, ironías o guiños humorísticos son recursos estilísticos propios de los cómics. Y en último lugar, muy ligado al lenguaje coloquial, los cómics suelen caracterizarse también por el uso de las onomatopeyas, y es que hay que reconocer el significado universal que muchos de estos símbolos poseen, ya que sin la ayuda de ningún tipo de texto podemos interpretar rápidamente el significado de la viñeta.
¿Cuántos tipos de cómics existen?
Pues la verdad es que podemos encontrarnos una variedad extensa en cuanto a su tipología. Hay cómics de todo tipo, para todos los gustos y edades.
Tenemos cómics de aventuras, de ciencia ficción o futurista, de terror, policial o criminal. Cómics de romance o sentimentales, cómics históricos, fantásticos, bélicos. Cómics eróticos y pornográficos, cómics del western americano, del manga japonés, cómics de artes marciales. Aunque quizá los más conocidos, al menos antaño, sean los cómics cómicos o satíricos, y sobre todo los cómics de superhéroes.
Más adelante os mostraremos diferentes cómics en función de su tipología, mientras tanto aquí os hemos colocado unos cuantos para que vayáis haciendo boca 😀
